El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, se reunió el miércoles con el rey de Jordania, Abdullah II, en Ammán.
Durante la reunión, Gantz habló de “la importancia estratégica de unas relaciones fuertes y duraderas entre Israel y Jordania, que contribuyen a la seguridad y la prosperidad de ambas naciones”, se lee en un comunicado publicado por su oficina.
El Rey Abdullah también reiteró la necesidad de “mantener la calma” en Juda y Samaria, así como en la Franja de Gaza, así como la necesidad de “tomar las medidas necesarias para crear el horizonte necesario para lograr una paz justa y completa sobre la base de la solución de dos Estados”, dijo su oficina.
Ambos trataron también temas de interés mutuo, así como formas de mejorar la seguridad y la estabilidad en la región.
“Gantz agradeció a Su Majestad su liderazgo y el papel fundamental del Reino en el mantenimiento de la paz y la estabilidad regionales”, dijo su oficina, añadiendo que “acogió con satisfacción la expansión de las relaciones” entre Ammán y el actual gobierno dirigido por el primer ministro Naftali Bennett. Gantz también se comprometió a seguir desarrollando los intercambios en materia de seguridad, económica y civil.
A la reunión asistieron el Jefe de Estado Mayor de Gantz, Maayan Israeli, el director de la Oficina Política y Militar, Zohar Palti, y el secretario militar, Yaki Dolf.
A Abdullah le acompañaron el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados, Ayman Safadi, el director de la Dirección de Asuntos Políticos, Moath Al Zu’bi, y el director de la Oficina de Su Majestad, Dr. Jafar Hassan.
Gantz y Abdullah se reunieron previamente antes de las elecciones de febrero de 2020.
Semanas después de la reunión de Gantz con el rey, éste dijo que la presencia del ex primer ministro Benjamin Netanyahu “interfiere en el avance de las relaciones” entre Jordania e Israel.
Bennett se reunió con Abdalá en julio, y el rey dijo poco después que salía de las reuniones con israelíes y palestinos sintiéndose “muy animado”, que las partes pueden “avanzar y restablecer esa relación” aunque la actual coalición haya dicho que no hará grandes movimientos en la paz israelo-palestina.
Jordania e Israel no sólo mantienen una sólida coordinación en materia de seguridad y un mecanismo de intercambio de inteligencia en relación con las amenazas comunes, sino que, según informes extranjeros, Jordania ha permitido que aviones israelíes utilicen su espacio aéreo para su campaña de guerra en Siria.
En octubre, un fotógrafo militar alemán publicó en las redes sociales dos fotos de aviones de combate jordanos participando en el ejercicio aéreo de la Bandera Azul de Israel, revelando inadvertidamente que el reino había participado en el ejercicio.
Hasta que se publicaron las fotos, la participación de Jordania en el ejercicio bianual de dos semanas de duración se había mantenido oficialmente en secreto.
La profundidad estratégica que proporciona Jordania, que no ha establecido ninguna alianza con países vecinos hostiles a Israel, ha mantenido la frontera oriental y más larga de Israel como la más tranquila y segura durante décadas.
Tanto Jordania como Israel entienden que si los lazos de seguridad fallan, no sólo el rey Abdullah se enfrentará a la inestabilidad en su país, sino que la violencia podría desbordar la frontera con Israel.
Dado que la mayoría de los ciudadanos jordanos son de ascendencia palestina, la autodeterminación palestina y el mantenimiento del statu quo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, administrada por el Fondo Islámico Jordano, son aspectos clave del discurso público en Ammán.