El papa León y el presidente israelí, Isaac Herzog, se reunirán en el Vaticano el jueves. En el encuentro abordarán la guerra en Gaza y los esfuerzos para lograr la liberación de los rehenes que permanecen retenidos en el enclave. Sin embargo, tras el anuncio de la cita, surgió un desacuerdo entre las partes sobre quién solicitó la reunión.
La oficina de Herzog emitió un comunicado el martes por la mañana en el que afirmó que el presidente se reunirá con el papa por invitación de este último. Horas después, el Vaticano respondió con una declaración poco habitual: la Santa Sede accede a las solicitudes de audiencia que presentan jefes de Estado y de gobierno, pero no extiende invitaciones por costumbre.
Una fuente de la residencia presidencial israelí aclaró que Herzog planeaba reunirse con el papa Francisco durante una visita a Italia, pero el pontífice enfermó y murió. Tras la elección del papa León, se organizó el nuevo encuentro en coordinación con el Vaticano a través de canales diplomáticos.
En el comunicado de la oficina de Herzog se detalló que el diálogo incluirá los esfuerzos para lograr el regreso de los rehenes en Gaza, la lucha contra el antisemitismo en el mundo y la protección de las comunidades cristianas en Oriente Medio.
El papa León aumentó en las últimas semanas sus pedidos para detener la guerra en Gaza. La semana pasada, el primer papa estadounidense emitió un llamado enérgico para terminar la guerra de casi dos años entre Israel y Hamás. Durante su audiencia semanal en el Vaticano, declaró que insta a poner fin al conflicto en Tierra Santa, el cual causó terror, destrucción y muerte. Además, pidió la liberación de todos los rehenes, un alto el fuego permanente, el ingreso seguro de ayuda humanitaria y el respeto total al derecho internacional humanitario.
El Vaticano busca mantener una posición de mediador imparcial en los asuntos globales y no comenta las reuniones del papa con líderes mundiales antes de que ocurran. La práctica habitual consiste en emitir breves declaraciones solo después de los encuentros. Esta semana, el papa León tiene dos reuniones programadas con líderes: con Herzog el jueves y con el presidente polaco, Karol Nawrocki, el viernes.
Los cardenales eligieron a León en mayo para suceder a Francisco, quien criticaba con frecuencia la campaña militar israelí en Gaza. La guerra inició con el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando terroristas liderados por Hamás ingresaron al sur de Israel, mataron a unas 1.200 personas —en su mayoría civiles— y secuestraron a 251 individuos.
Los grupos terroristas en Gaza retienen a 48 rehenes, entre ellos 47 de los secuestrados en el ataque de 2023 y el cuerpo de un soldado israelí muerto en 2014. De esos 47, al menos 26 murieron según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel, 20 permanecen vivos y existen preocupaciones graves por otros dos, según funcionarios israelíes.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, reporta más de 62.000 muertos o desaparecidos en los combates, aunque las cifras no se verifican y no distinguen entre civiles y combatientes. Israel afirma que eliminó a más de 22.000 combatientes en Gaza hasta agosto y a 1.600 terroristas en su territorio durante el ataque inicial.