Varios meses antes de la detención de los turistas israelíes Natalie y Mordy Oknin, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan hizo varios intentos infructuosos para conseguir una reunión con el primer ministro Naftali Bennett, según informó Israel Hayom de fuentes políticas.
Funcionarios en nombre de Erdogan se habrían reunido varias veces con representantes israelíes en Estados Unidos, sugiriendo, entre otras cosas, una reunión entre Erdogan y Bennett. Los intentos de coordinar la reunión propuesta habrían tenido lugar antes de la Asamblea General de la ONU en septiembre, pero la reunión no se produjo debido a los conflictos de agenda de Erdogan y Bennett.
Turquía habría hecho otra petición de reunión hace unas semanas, cuando los asesores de Erdogan sugirieron que ambos se reunieran en la conferencia sobre el clima de las Naciones Unidas en Glasgow.
Según las fuentes, los funcionarios israelíes querían evitar rechazar directamente la solicitud y, por lo tanto, utilizaron excusas diplomáticas para impedir que se celebrara la reunión, que consideraban que iba en contra de los intereses de Israel.
Las peticiones de la oficina de Erdogan se producen después de informes anteriores sobre contactos entre funcionarios israelíes y turcos como parte de los esfuerzos para mejorar los vínculos.
La posición internacional de Turquía ha estado en baja forma durante varios años. Sus relaciones con Estados Unidos se encuentran en un punto muerto y sus vínculos con la Unión Europea -que rechazó su solicitud de adhesión- han sido extenuantes.
En cuanto a Israel, los lazos entre Ankara y Jerusalén están en horas bajas desde hace muchos años. En Jerusalén, Erdogan es visto como un líder con opiniones antisemitas. Ha permitido que Hamás opere libremente en el país.