Las conversaciones negociadas por Estados Unidos para finalizar un acuerdo entre Israel y Líbano se han centrado en la compensación y las cantidades de gas a cada lado de la frontera marítima.
Israel y Líbano aún no han fijado una frontera marítima definitiva, pero se cree que sus posiciones son lo suficientemente cercanas como para empezar a elaborar un acuerdo para dividir los yacimientos de gas que puedan acabar cruzando esa línea o para una compensación económica.
Se desconoce la cantidad de gas que hay en la zona del mar Mediterráneo que se disputa. Israel tiene estimaciones aproximadas, pero está buscando cifras más precisas.
Se espera que el asesor especial de EE.UU. para la seguridad energética, Amos Hochstein, viaje a Francia en las próximas semanas para reunirse con la dirección de Total Energies, propietaria de los derechos de exploración de gas en las aguas territoriales de Líbano.
Otro indicio de que las conversaciones se encuentran en sus últimas semanas y en una trayectoria positiva es que Jerusalén ha trasladado la cartera de las conversaciones sobre el Líbano del Ministerio de Energía a la Oficina del Primer Ministro.
Israel y Líbano establecerán sus propias plataformas de gas a cinco kilómetros de distancia entre sí, en lados opuestos de la frontera, según informó el Canal 12 a principios de esta semana. Las plataformas crearán una situación de “equilibrio del terror” para disuadir a Hezbolá de amenazar la plataforma israelí, como el grupo terrorista ha amenazado con hacer.
Además, parte del campo de gas natural libanés cruzará a territorio israelí, y Jerusalén será compensada por ello, informó el Canal 12.
Hochstein ha viajado entre Beirut y Jerusalén para negociar un acuerdo sobre la frontera marítima y se reunió con el primer ministro Yair Lapid el mes pasado.
La disputa de la frontera marítima entre Israel y Líbano: La historia hasta ahora
La disputa entre Líbano e Israel se centra en el estatus de un triángulo de 860 kilómetros cuadrados en el Mar Mediterráneo, que supone alrededor del 2% de las aguas económicas de Israel. Jerusalén acordó originalmente dividir la zona en 58:42 a favor del Líbano.
EE.UU. ha estado mediando entre las partes desde 2020, pero las conversaciones se rompieron en 2021 después de cuatro rondas cuando Beirut aumentó bruscamente sus demandas para casi triplicar el área en disputa a 2.300 km2, colindando con el depósito de gas Karish de Israel.
La falta de resolución ha dificultado que Líbano aproveche sus recursos de gas natural en un momento de grave inestabilidad gubernamental y económica.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha amenazado repetidamente a Israel en los últimos meses por la explotación del yacimiento de Karish frente a las costas del norte, alegando que se encuentra en aguas económicas de Líbano, aunque el campo de gas no esté en la zona en disputa.