El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, comunicó al alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que su propuesta de limitar la asistencia militar a Israel constituye un apoyo directo a Hamás.
En una carta enviada a Borrell, Katz afirmó: “Israel se atiene estrictamente a las leyes internacionales de la guerra, garantizando la circulación segura de los civiles en Gaza”. Contrapuso esta conducta con la de Hamás, que obstruye la seguridad de los civiles, y reafirmó el compromiso de Israel con la protección de las vidas de los civiles de Gaza por encima del mostrado por Hamás.
Katz argumentó que restringir la defensa de Israel solo serviría para fortalecer a Hamás, asegurando además que Israel permanece firme en su objetivo de desmantelar a al grupo terrorista Hamás.
El día anterior, Borrell hizo un llamado, en términos casi explícitos, a Estados Unidos para que detenga el suministro de armas a Israel, citando el “alto número de bajas civiles” en la guerra en Gaza.
El diplomático europeo recordó una declaración reciente del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien describió como “exagerada” la respuesta de Israel al ataque de Hamás del 7 de octubre, y mencionó la preocupación expresada tanto por funcionarios estadounidenses como por representantes de otros países occidentales ante el elevado número de civiles muertos en Gaza.
Borrell sugirió que reducir el suministro de armas podría disminuir el número de víctimas, señalando: “Si creen que se está matando a demasiada gente, tal vez deberían proporcionar menos armas para evitar que se mate a tanta gente”.
Además, Borrell criticó duramente al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por “ignorar los llamamientos internacionales a proteger la vida de los civiles”, expresando su frustración y consternación por la falta de respuesta de Netanyahu a los pedidos globales de moderación y protección de los civiles.