Aunque la administración Biden ha intensificado gradualmente su retórica sobre la importancia de proteger a los civiles en Gaza en las últimas semanas, la impresión en Jerusalén basada en conversaciones con funcionarios estadounidenses es que la ventana de Israel para operar en el enclave dirigido por Hamás con la de Washington no se está cerrando, según un funcionario israelí.
“Ha habido algunas declaraciones públicas que parecen como si EE. UU. estuviera girando en una dirección diferente, pero no creo que ese sea el caso”, dice el funcionario a The Times of Israel.
El funcionario aclara que EE. UU. tiene preocupaciones sobre “daños colaterales y cuestiones humanitarias” que sigue planteando, pero que Israel está atento a ellas. “Realmente les escuchamos y hacemos lo que podemos [para abordar sus preocupaciones], siempre que no socave nuestra capacidad de operar sobre el terreno militarmente”.
El funcionario señala los 1.000 camiones de ayuda humanitaria que han entrado en Gaza en las últimas semanas, e insiste en que la cifra aumentará gradualmente. También destaca los corredores humanitarios que las FDI han establecido para permitir a los palestinos huir hacia el sur, lejos de las zonas de combates más intensos.
Israel también está facilitando el establecimiento de hospitales de campaña por parte de gobiernos extranjeros en el sur de Gaza, así como de hospitales flotantes frente a las costas de Egipto. Un barco enviado por el gobierno francés tiene prevista su llegada en los próximos días, mientras que los EAU y Turquía están en conversaciones para establecer sus propios hospitales de campaña en el sur de Gaza, según el funcionario.
“Estos hospitales pueden aceptar pacientes de los hospitales del norte”, afirma el funcionario, que añade que Israel está coordinando este esfuerzo con la ONU y Egipto.