La medida del Ministerio del Interior de Israel, que canceló las visas de 27 legisladores franceses, desató un conflicto diplomático con Francia. Los parlamentarios planeaban visitar Israel y los territorios palestinos.
El anuncio del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el reconocimiento de un Estado palestino en una conferencia en Nueva York en junio, motivó la decisión israelí.
Analistas de relaciones internacionales advirtieron esta mañana sobre un posible conflicto mayor entre ambos países. Itai Cellier, experto en asuntos franceses, señaló que el consulado francés en Jerusalén, independiente de la embajada en Tel Aviv, establece vínculos directos con la Autoridad Palestina y, en ocasiones, contraviene los intereses de Israel.
Cellier afirmó: “El gobierno francés impulsa acciones políticas unilaterales y lidera campañas internacionales contra Israel”.
Invitados por el consulado francés en Jerusalén, los parlamentarios, mayoritariamente de izquierda, tenían previsto reunirse con funcionarios palestinos y terroristas presos, incluido Marwan Barghouti.
Las autoridades israelíes invocaron una ley de 2017 que prohíbe la entrada a quienes promuevan el boicot contra Israel. “No son turistas, sino una delegación con una agenda política clara contra nuestro país”, declararon. “Como Estado soberano, tenemos derecho a denegar su ingreso”.
Indignados, los legisladores franceses calificaron la medida como una “violación grave de las relaciones diplomáticas y de la libertad de acción de representantes electos en un país democrático”. Algunos exigieron la intervención directa de Macron para revertir la decisión.
El Gabinete del primer ministro de Israel rechazó la postura francesa: “Reconocer un Estado palestino equivale a premiar el terrorismo, no a fomentar la paz”.
Críticas en redes sociales acusaron a Francia de hipocresía por demandar el reconocimiento de un Estado palestino mientras mantiene 13 territorios de ultramar. La polémica creció tras la visita de Macron a Madagascar, país que sufrió una violenta represión colonial francesa con decenas de miles de muertos.
Los parlamentarios franceses preparan una conferencia de prensa en París y persisten en su demanda de retomar la visita. Israel, por su parte, evalúa las consecuencias de un eventual reconocimiento francés de un Estado palestino.