Recientemente se pusieron en marcha iniciativas centradas en el arte y la creatividad para conmemorar los 70 años de relaciones diplomáticas entre Israel y México.
Por primera vez, las dos naciones decidieron publicar un sello conjunto en el que aparecían un Nopal y un Zabar, dos especies diferentes de cactus originarias de México e Israel, respectivamente.
Se celebraron actos en Israel y México para conmemorar el esfuerzo. La ceremonia se llevó a cabo en el Palacio Postal de la Ciudad de México, y entre los invitados se encontraban el Embajador de Israel, Zvi Tal, el Director General del Servicio Postal Mexicano, Roco Bárcena Molina, el Presidente de la Comunidad Judía, Marcos Shabot, y los representantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Amparo Anguiano Rodríguez y Enrique Gómez Montiel.
El Embajador Tal dijo en la ocasión que México e Israel conmemorarán 70 años de relaciones diplomáticas en 2022. “A pesar de la distancia en términos geográficos, estas relaciones han crecido a lo largo de los años a través de visitas recíprocas de alto nivel, la firma de acuerdos de cooperación en las áreas de cultura, academia e investigación, y un tratado de libre comercio que ha mejorado significativamente las relaciones económicas”, señala el informe.
Shlomit Barzani, directora de la división de sellos del Servicio Postal de Israel, y Mauricio Escanero, embajador de México en Israel, asistieron a la ocasión en Israel.
Además, el Museo de la Ciudad de Querétaro, en el centro de México, inauguró una exposición en la que participaron cinco pintores israelíes.
Cinco artistas plantearon “Plenitude”, que significa “plenitud” en inglés, como un conjunto de exposiciones individuales en las que exploraron conceptos de espacio, imagen y creación de objetos. Las nociones de familiaridad y alienación, producto y material, paisaje e imagen, objeto y masa, así como función y futilidad, fueron abordadas por los artistas Nadav Weissman, Keren Anavy, Guy Aon, Bat-Ami Rivlin y Tal Frank.
Según el sitio web de Weissman, “Folding Scenery es una instalación multicapa de láminas de contrachapado y proyecciones digitales que se deslizan por las paredes de la galería y emergen en su área. Este rompecabezas de elementos físicos y orgánicos toma prestadas sus formas del entorno natural y del cuerpo humano, ofreciendo una perspectiva geográfica de regiones imaginadas. Parece un paisaje plegado que se ha cortado y pegado. La pieza combina proyecciones de imágenes digitales con texturas y materiales orgánicos para simbolizar un reflejo psicológico que puede desvanecerse en cuanto se enciende la luz, como para subrayar la fragilidad de la existencia en un entorno transitorio”.