El jefe del Mossad, Yossi Cohen, se reunió con su homólogo de Sudán, Saleh Gosh, en la conferencia de seguridad en Múnich hace dos semanas, informó el Middle East Eye, con sede en Londres.
La reunión fue organizada por Egipto, respaldada por Arabia Saudita. El sitio web pro Qatari afirma que su objetivo era discutir el nombramiento de un heredero del gobernante sudanés Omar al-Bashir, pero es más probable que el objetivo de la reunión fuera examinar la posibilidad de establecer vínculos entre los dos países.
En el pasado, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, en sus esfuerzos por establecer relaciones con los Estados sunitas, intentó visitar Jartum o permitir que los aviones de la aerolínea El Al volaran sobre territorio sudanés.
En el pasado, Sudán mantuvo estrechos vínculos con Irán y le permitió transferir armas a Gaza. En este contexto, Israel atacó varias veces en Sudán para evitar los envíos de armas.
Pero hace unos años, Sudán cambió su política, se unió al bloque sunita y luchó contra combatientes de inspiración saudí en la guerra civil de Yemen contra los hutíes, que gozan del apoyo iraní. Como parte de este proceso, un Sudán pobre recibió ayuda financiera de varios miles de millones de dólares.
El gobernante de Sudán durante los últimos treinta y cuatro años ha sido el general Omar al-Bashir, quien ha sido acusado de crímenes de guerra por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por masacres, violaciones, quema de aldeas y genocidio durante la guerra en Sudán del sur y la región de Darfur.
Recientemente, han aumentado las voces en Sudán exigiendo su renuncia, y ha habido informes de que, si Estados Unidos y Gran Bretaña están dispuestos a no procesarlo, él aceptará renunciar.
Según el informe, uno de los candidatos para heredarlo en tal caso es el jefe de los servicios de inteligencia, Saleh Ghosh.