La Casa Blanca anunció que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se opone a un proyecto de ley promovido por el Partido Republicano que busca asegurar la continuidad de las ventas y transferencias de armas a Israel.
El proyecto, que según la administración Biden es una respuesta a una “distorsión deliberada” de la política hacia Israel, enfrenta el rechazo presidencial por considerarse que Israel ya dispone de los recursos necesarios para su defensa.
La oficina de presupuesto de la Casa Blanca, en un comunicado, expresó su firme oposición a la propuesta legislativa, señalando que limitaría “la capacidad del presidente para desplegar la asistencia de seguridad de Estados Unidos de acuerdo con la política exterior del país y los objetivos de seguridad nacional. El compromiso de Biden con Israel sigue siendo férreo”, aseguró el comunicado.
Según la propuesta republicana, los presupuestos del secretario de Estado, el secretario de Defensa y el Consejo de Seguridad Nacional se congelarían hasta que se liberen las armas esperadas por Israel, incluyendo un cargamento de bombas de alta carga.
Este cargamento fue retenido por preocupaciones sobre su posible uso en una operación en Rafah, a la cual se opone Washington.
Aunque se espera que la propuesta sea aprobada en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, es probable que sea rechazada en el Senado, donde los demócratas tienen la mayoría.
EE. UU. retuvo envíos de armas a Israel
El gobierno de Estados Unidos retuvo envíos de dos tipos de bombas de precisión fabricadas por Boeing a Israel, según revelaron un funcionario estadounidense y seis personas familiarizadas con las deliberaciones internas.
Esta medida representó un cambio significativo en la política de armas de EE. UU. hacia Israel, con el objetivo de enviar un mensaje político claro al gobierno israelí.
Los tipos de munición retenidos fueron las municiones de ataque directo conjunto y las bombas de pequeño diámetro. A pesar de que la venta no había sido formalizada, fuentes de la industria y del Congreso indicaron que los procedimientos de aprobación y transferencia fueron intencionadamente pospuestos.
Un funcionario de la administración de Biden, que prefirió mantener el anonimato, confirmó que aunque la venta no fue negada formalmente, sí se retrasó.
Este retraso fue notable, ya que fue el primero registrado desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre. El presidente Joe Biden, bajo presión dentro de su propio partido para condicionar la ayuda a Israel, enfrentó críticas debido a las consecuencias humanitarias de la campaña militar en Gaza, incluyendo acusaciones de ataques a convoyes humanitarios.
Además, un alto asesor del Congreso y otras dos personas, también bajo condición de anonimato, confirmaron que las municiones estaban preparadas para ser enviadas a Israel antes de que se anunciara la retención.
Un funcionario de la industria explicó que la administración instruyó a Boeing a detener el envío por “razones políticas”, descartando problemas de cadena de suministro.
Otro asesor del Congreso describió la situación como un “retraso” en un proceso que normalmente implica una venta comercial directa entre Israel y el contratista, pero que requiere la aprobación del gobierno de EE. UU.