Activistas judíos progresistas en Hungría y Estados Unidos expresan su preocupación por el candidato del presidente Trump para embajador de Estados Unidos en Hungría, Ben Landa, porque citan sus vínculos de larga data con figuras destacadas del ámbito político de Israel.
Landa, quien espera la confirmación del Senado, ha sido objeto de escrutinio por sus interacciones anteriores con el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir. En mayo, según informes, recibió a Ben-Gvir y a funcionarios locales en su casa de Nueva York, donde el ministro elogió a Landa por sus “años de amistad”.
Según el informe del Jewish Chronicle, Landa describió al líder de Otzma Yehudit como un “tzadik” y expresó su esperanza de que algún día llegue a ser el próximo primer ministro de Israel.
Zsuzsa Fritz, exdirectora del Centro Comunitario Judío de Budapest, afirmó que algunos judíos locales temen que el nuevo enviado no impulse un diálogo comunitario amplio. El organizador comunitario Adam Schonberger coincidió con esta inquietud y sostuvo que el historial de Landa sugiere que podría “destacar una postura en particular”.
El rabino Zoltán Radnoti criticó una petición firmada por Fritz, Schonberger y otros que pedía una mayor protección de los derechos palestinos, y argumentó que esa petición podía dividir a la comunidad “en tiempos de guerra”. Aun así, Radnoti expresó su esperanza de que, si el Senado confirma a Landa, este asuma el cargo con transparencia y evite cualquier sesgo.
