El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin, al margen de la cumbre G-20 en Argentina, a pesar de amenazar con cancelar la reunión por la reciente adquisición de tres buques ucranianos por parte de Rusia cerca de la Península de Crimea.
Según un documento del Kremlin publicado el jueves por Reuters, el presidente ruso tiene previsto reunirse con Trump a las 4:30 pm hora de Israel el 1 de diciembre.
Las conversaciones entre los dos líderes se centrarán en las formas de «salir de un punto muerto en las relaciones», así como en la estabilidad estratégica, Siria, Irán y Corea del Norte, dijo el informe, citando a un asesor del Kremlin.
El martes, Trump amenazó, durante una entrevista con el Washington Post, de cancelar la reunión con Putin por la captura de tres barcos ucranianos y su tripulación en el Mar Negro esta semana.
El parlamento de Ucrania votó el lunes para imponer la ley marcial en partes del país, para combatir lo que su presidente llamó «creciente agresión» de Moscú, después del choque naval de fin de semana en la disputada península de Crimea, en la que Rusia disparó y se apoderó de tres buques ucranianos, en medio de nuevas tensiones entre los vecinos.
Los líderes y diplomáticos occidentales han instado a ambas partes a apaciguar el conflicto, y Estados Unidos ha culpado a Rusia por lo que llamó «conducta ilegal» por el incidente del domingo.
Preparado para nuevos conflictos
Trump viaja a Argentina el jueves para la cumbre del G-20, dispuesto a batallar con China en materia de comercio y afinando su retórica contra Rusia sobre Ucrania.
La cumbre del fin de semana se enfrenta a advertencias cada vez más graves por parte del Fondo Monetario Internacional, entre otros, del daño potencial que enfrenta la economía mundial a causa de las guerras comerciales de Trump.
Los líderes del G-20, cuyos países representan las cuatro quintas partes de la producción económica mundial, se reunieron por primera vez en noviembre de 2008 para forjar un frente unido contra la crisis financiera mundial.
Una década después, esa unidad se ha desvanecido, ya que Trump, el «primero de Estados Unidos», destruye el consenso que respalda el comercio internacional, y otros países del G-20 como Brasil, Italia y México recurren a los líderes populistas.
Trump ya ha sacudido los mercados globales al promulgar aranceles en la mayor parte de las importaciones chinas, y amenaza con ir más allá en enero.
Presionará al presidente chino, Xi Jinping, para evitar los aumentos de las tarifas abriendo los mercados de China a la competencia estadounidense y protegiendo la propiedad intelectual de compañías extranjeras.
El miércoles, el Representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, criticó a Pekín por no ofrecer una «reforma significativa» a las políticas comerciales agresivas y amenazó los aranceles en los autos chinos.
Pero, ¿hasta dónde puede llegar Xi a revisar el modelo que ha llevado a China al segundo lugar en el ranking económico mundial?
El miércoles prometió que China impulsaría la protección de la propiedad intelectual. Pero las empresas extranjeras en China se quejan de que tales promesas son demasiado rutinarias y suenan poco claras.
En el mejor de los casos, dicen los analistas, habrá una tregua temporal en el G-20 para dar a Trump y Xi algo de qué hablar.