En la actualidad, las relaciones entre Israel y Japón se han reforzado y se perciben como un importante eje de cooperación estratégica, con especial énfasis en áreas de economía, defensa y diplomacia.
Israel y Japón: Un pasado compartido y una relación renovada
La relación entre Israel y Japón data de 1952, con la restauración de la independencia de Japón, que reconoció a Israel en menos de tres semanas. A pesar de la alianza del Japón imperial con la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, Japón nunca participó en la persecución de los judíos, como es evidente en la acogida de refugiados judíos en Shanghai.
Las relaciones entre los dos países tuvieron altibajos, y el auge económico de Japón después de la guerra, junto con la dependencia del petróleo de Oriente Medio, provocó un distanciamiento de Israel. El boicot árabe a Israel fue uno de los factores que contribuyó a esta distancia.
A pesar de las dificultades, hubo esfuerzos para mejorar las relaciones, como la entrada de Subaru, un fabricante de automóviles japonés, en el mercado israelí en 1969, que se convirtió en un símbolo de Israel.
El camino hacia la cooperación: la era Abe-Netanyahu
La mejora significativa en las relaciones se produjo con los primeros ministros de derechas Shinzo Abe de Japón y Benjamin Netanyahu de Israel. Abe reconoció que la política japonesa hacia Israel estaba desfasada y que Japón estaba perdiendo oportunidades en el sector de alta tecnología israelí.
Las reformas de Abe llevaron a un incremento de las inversiones japonesas en Israel, con un récord de más de 14.000 millones de dólares desde 2014. Además, hubo una creciente cooperación en defensa en áreas como la defensa antimisiles, vehículos aéreos no tripulados y ciberseguridad.
Los desafíos de seguridad y las perspectivas de futuro
Japón e Israel comparten retos de seguridad, con amenazas comunes como la presencia nuclear de Corea del Norte, la agresividad de Rusia y el crecimiento de China. El papel cada vez mayor de China en Oriente Medio y su impacto en el suministro de petróleo a Japón es una preocupación para Tokio.
Recientemente, Japón ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos en Oriente Medio, con el primer ministro Fumio Kishida visitando Arabia Saudí, Qatar y los EAU. Japón también está buscando formas de implicarse regionalmente a través de los Acuerdos de Abraham, trabajando con Abu Dhabi y Jerusalén para desarrollar áreas de colaboración.