Al parecer, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha advertido a las misiones diplomáticas del país en el extranjero que no acepten donaciones por el Día de la Independencia de ninguna persona sometida a sanciones.
Según la emisora pública Kan, la orden iba dirigida -aunque no explícitamente- a los empresarios rusos que han sido sancionados por la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
El Ministerio de Asuntos Exteriores respondió al informe del domingo: “En vísperas del Día de la Independencia, el Ministerio de Asuntos Exteriores está perfeccionando la directiva sobre la aceptación de donaciones. Entre otras cosas, está prohibido aceptar donaciones de personas y organismos sancionados”.
Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero, los países occidentales han aplicado aplastantes sanciones económicas contra las instituciones financieras de Moscú, incluido su banco central, la industria naval y comercial, los sectores de la tecnología y la aviación, y la comunidad de ricos oligarcas y sus círculos.
Rusia ha quedado fuera de los sistemas bancarios internacionales, lo que ha provocado el desplome del valor del rublo.
Sin embargo, Israel ha evitado sumarse a las sanciones occidentales contra los oligarcas rusos.
Israel ha caminado en la cuerda floja entre Rusia y Ucrania durante el transcurso de la guerra. Hay comunidades judías en ambas naciones y Rusia mantiene una fuerte presencia militar en Siria, en la frontera norte de Israel, donde las Fuerzas de Defensa de Israel pretenden continuar sus salidas aéreas contra objetivos respaldados por Irán. Esta posición ostensiblemente neutral ha permitido a Israel asumir el papel de mediador entre las dos partes enfrentadas.
La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, dijo el mes pasado que Israel debería sumarse a las sanciones occidentales y prohibir a los oligarcas rusos. “No quieren convertirse en el último refugio del dinero sucio que alimenta las guerras de Putin”, dijo Nuland.
Pero Jerusalén no tiene previsto imponer sanciones a Moscú o a los oligarcas rusos, según dijeron altos funcionarios israelíes a The Times of Israel.
Entre los sancionados está el empresario ruso-israelí Roman Abramovich.
Abramovich ganó miles de millones en la industria petrolera rusa, pero ha negado haber formado parte del círculo íntimo del presidente ruso Vladimir Putin.