Varios políticos chilenos condenaron el viernes al presidente del país, Gabriel Boric, por desairar al nuevo embajador israelí en Santiago al negarse a aceptar sus credenciales diplomáticas.
La reunión prevista para el jueves entre Boric y el nuevo enviado israelí, Gil Artzyeli, se canceló abruptamente cuando el presidente -que procede del partido de extrema izquierda Convergencia Social y tiene un largo historial de participación en el activismo de solidaridad con los palestinos- se enfadó, al parecer, por la noticia de que un joven palestino de 17 años había muerto por disparos durante los enfrentamientos de la noche con las tropas israelíes en Judea y Samaria.
La decisión de Boric de despreciar a Artzyeli tuvo una respuesta negativa por parte de los miembros de la legislatura chilena.
El senador Iván Moreira, del partido conservador UDI, dijo que el incidente era “muy grave”, y añadió que Boric había violado el protocolo diplomático “por razones políticas”. Su colega parlamentaria, Catalina del Real, del partido liberal RN, pidió a Boric que se disculpara ante el gobierno israelí.
Ángel Calisto, diputado que también es presidente de la Asociación Parlamentaria de Amistad Chile-Israel, criticó a Boric por haber proferido un “insulto no sólo al embajador, sino a toda la comunidad judía de Chile”. Calisto se hizo eco de Gabriel Zaliasnik, comentarista político y miembro destacado de la comunidad judía, que acusó a Boric de “maltratar” el patrimonio judío de Chile y exigió una “disculpa inequívoca”.
En un comunicado, la Asociación Parlamentaria de Amistad Chile-Israel instó a Boric a “corregir inmediatamente esta grave acción, antes de que la situación se agrave y ponga en serio peligro la política exterior de Chile y las relaciones de amistad y colaboración que nos unen con Israel.”
Boric obtuvo una convincente victoria en las elecciones del pasado mes de diciembre, convirtiéndose en el presidente más joven de América Latina con 35 años. Ha cruzado espadas con la comunidad judía en el pasado, incluyendo un incidente notable en octubre de 2019, cuando Boric respondió a su regalo de Año Nuevo judío tuiteando: “Aprecio el gesto, pero podrían empezar por pedir a Israel que devuelva los territorios palestinos ilegalmente ocupados”.
Boric también ha redactado un proyecto de ley en el parlamento chileno que impone un boicot a los bienes y servicios producidos por las comunidades judías ubicadas en Judea y Samaria y el este de Jerusalén. Durante su campaña electoral, Boric reafirmó con entusiasmo esta posición en una reunión con los líderes de la comunidad palestina en Chile, que cuenta con 350.000 miembros, la mayor diáspora palestina fuera de Oriente Medio y con gran peso político.