El alcalde de Madrid se ofreció a retomar el hermanamiento con la ciudad de Tel Aviv, un día después de que la alcaldesa de Barcelona pusiera fin a las relaciones institucionales con Israel, por lo que calificó de “violaciones crónicas de los derechos humanos de los palestinos”.
Grupos propalestinos de Barcelona presentaron una petición exigiendo a la alcaldesa de izquierdas de la ciudad, Ada Colau, que pusiera fin al hermanamiento de la ciudad con Tel Aviv. El miércoles, Colau escribió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para explicarle la decisión.
Colau, alcaldesa de la capital catalana desde 2015, anunció en marzo que había decidido suspender temporalmente los contactos con Israel hasta que “las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistémica de los derechos humanos de la población palestina”. Esto incluía poner fin a los hermanamientos con Tel Aviv.
El alcalde conservador de Madrid, José Luis Martnez-Almeida, tuiteó el jueves que había escrito a su homólogo en Tel Aviv, Ron Huldai, para expresarle “el compromiso de Madrid con la democracia y la libertad” después de que la liberal Colau fuera acusada de antisemitismo.
Según la carta citada por Kan, el embajador español en Israel, José Martínez-Almeida, escribió que esto “envía un mensaje a todos los ciudadanos de Israel de que Madrid sabe muy bien con quién estrechar y desarrollar lazos, y es con un país democrático, respetuoso de la ley y de los derechos como el Estado de Israel”.
Martínez-Almeida también se ha pronunciado en contra de la decisión de Colau, calificándola de “significativamente olorosa a antisemitismo”, según informó el diario español El País el jueves. “No estoy de acuerdo con esas decisiones… Israel es siempre el chivo expiatorio elegido por la izquierda”, afirmó.
Tanto Martnez-Almeida como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se disputan la atención de los votantes este año electoral adoptando posturas opuestas en materia de asuntos exteriores e inversiones.
Los políticos conservadores españoles están intentando activamente mejorar las relaciones comerciales y diplomáticas con Israel.
Durante una rueda de prensa el miércoles, Colau explicó su decisión diciendo que más de 100 grupos y 4.000 ciudadanos le habían rogado que “protegiera los derechos humanos de los palestinos”. Así lo afirma un artículo del diario británico Jewish Chronicle.
En su carta a Netanyahu, Colau mencionó que la petición le había instado a “condenar el crimen de apartheid contra el pueblo palestino, ayudar a las organizaciones palestinas e israelíes que luchan por la paz y romper el hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv”.
También mencionó que, tras el estallido del conflicto en Ucrania, Barcelona y San Petersburgo dejaron de hermanarse.
End Complicity with Israel, un grupo de presión, propuso poner fin al hermanamiento, y el JC afirmó que 112 entidades sociales, entre ellas organizaciones propalestinas, feministas, de inmigrantes y LGBT+, respaldaron la iniciativa.
El grupo había presionado a la alcaldesa para obtener una respuesta más rápida, pero la moción se votará en una sesión del ayuntamiento el 24 de febrero. Estaba previsto que se votara en el pleno del ayuntamiento a principios de este mes, pero se pospuso por coincidir con el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto.
La JC afirma que la iniciativa de poner fin al hermanamiento carece del respaldo de los principales partidos de izquierda y derecha, lo que hace muy dudosa su aprobación en el pleno del ayuntamiento. Nadie puede asegurar si Colau tiene o no derecho a suspender unilateralmente los hermanamientos.
Desde que se firmó un acuerdo en 1998, Barcelona es amiga y socia de Tel Aviv y la Franja de Gaza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel emitió un comunicado en el que afirmaba que los ciudadanos de Barcelona no están a favor de la decisión de Colau y que “da un espaldarazo a los extremistas, las organizaciones terroristas y el antisemitismo, al tiempo que perjudica los intereses de los residentes de Barcelona”.
Laia Bonet, teniente de alcalde de Barcelona, lo calificó de “error muy significativo” en un tuit.
Nos esforzaremos por reconstruir las relaciones y reforzar la posición de la ciudad en el mundo, no debilitarla, declaró Bonet. Barcelona no repara, construye.