El domingo 28 de julio, el Ministro de Asuntos Exteriores de Grecia, Nikos Dendias, visitará Israel, donde celebrará una serie de reuniones de alto nivel con el Estado y los dirigentes políticos del país.
Más concretamente, Dendias será recibido por el presidente de Israel, Reuven Rivlin, y el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, y también se reunirá con su homólogo, Israel Katz.
Los debates se centrarán en la profundización de la cooperación greco-israelí a través de esquemas de cooperación bilaterales y trilaterales, los acontecimientos actuales en el Mediterráneo Oriental, la seguridad energética y las acciones ilegales de Turquía en la región.
El Ministro de Relaciones Exteriores también se reunirá con miembros de la Asociación de Sobrevivientes Griegos del Holocausto, tras lo cual visitará el Museo del Holocausto Yad Vashem.
Israel, Grecia y Chipre están construyendo una importante alianza en el este del Mediterráneo, un ambicioso proyecto entre los tres países que está atrayendo interés y debate sobre su viabilidad.
El gaseoducto EastMed, que prevé la construcción de un gasoducto que transporta gas natural de las reservas submarinas israelíes y chipriotas y luego lo transfiere a Grecia y más allá, ha sido un tema de debate frecuente durante las cumbres trilaterales.
En marzo, una cumbre en Jerusalén en la que participaron Netanyahu, el ex Primer Ministro griego Alexis Tsipras y el presidente chipriota Nicos Anastasiades, contó con la presencia del Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo, quien expresó su apoyo al proyecto.
El gasoducto, que podría extenderse por 2.000 kilómetros (casi 1.250 millas) y llegar hasta Italia, tiene el potencial de “atraer inversiones que maximicen estos recursos”, dijo Pompeo. Su costo estimado es de 7.000 millones de dólares. Los partidarios, especialmente Washington, lo promocionan como una forma de que Europa diversifique su suministro de energía, disminuyendo su dependencia de Rusia.