Tras el discurso de Trump, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu emitió una declaración en la que pedía a la comunidad internacional que apoyara las políticas del presidente estadounidense sobre Irán.
“Reino Unido, Francia y Alemania han dicho que Irán es responsable del reciente ataque a Arabia Saudita”, dijo Netanyahu.
“Permítanme decir en nombre de Israel, muy simplemente. Irán lo hizo, de la A a la Z. Israel sabrá defenderse contra este tipo de agresión. E instamos a todos los miembros de la comunidad internacional a que se sumen al esfuerzo del presidente Trump por aumentar la presión sobre Irán. Es la única forma de detener la agresión de Irán”.
Benny Gantz, líder del partido Azul y Blanco, también emitió una declaración “aplaudiendo al presidente Trump por su llamado a un frente internacional contra la amenaza nuclear iraní”.
“Irán es ante todo una amenaza para la paz internacional y una fuerza hostil contra la estabilidad regional”, dijo Gantz. “Corresponde a la comunidad internacional imponer sanciones y hacer cumplir las ya existentes para presionar a Irán”.
Gantz también acogió con beneplácito el llamado de Trump para que las naciones del Medio Oriente normalicen sus relaciones con Israel, diciendo que esto es “de importancia crítica”.
Trump dijo durante su discurso en las Naciones Unidas que hay un creciente reconocimiento en Medio Oriente de que los países deben luchar contra el extremismo y deben tener relaciones normalizadas entre Israel y sus vecinos.
El presidente estadounidense también hizo un llamamiento a las naciones de todo el mundo para que endurezcan la soga económica en torno a la economía de Irán, diciendo que ningún país debería apoyar la “sed de sangre” de Irán.
“Todas las naciones tienen el deber de actuar”, dijo Trump a la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Ningún gobierno responsable debería subvencionar la sed de sangre de Irán. Mientras continúe el comportamiento amenazador de Irán, no se levantarán las sanciones. Serán presionados”.