El primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de defensa Benny Gantz mantuvieron el lunes conversaciones separadas con altos funcionarios de EE.UU. sobre los planes de extender la soberanía israelí en partes de Judea y Samaria. Netanyahu ha declarado repetidamente en las últimas semanas que tiene la intención de seguir adelante con la aplicación de la soberanía a partir del próximo mes.
Netanyahu mantuvo una conferencia telefónica con Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Donald Trump, quien jugó un papel clave en la redacción del plan de paz “Paz para la prosperidad” de Trump, que fue revelado en la Casa Blanca a finales de enero. También estuvieron presentes Avi Berkowitz, el enviado de la Casa Blanca para los esfuerzos de paz israelí-palestinos, el embajador de los Estados Unidos en Israel David Friedman y el embajador israelí en los Estados Unidos Ron Dermer.
Esa sesión se produjo después de que Gantz se reuniera con Friedman, según los informes de los medios hebreos.
De acuerdo con un informe del Canal 13, citando fuentes americanas no identificadas, los funcionarios de EE.UU. estaban explorando precisamente si y cómo Israel tiene la intención de proceder con la aplicación de la soberanía – que Netanyahu ha dicho que sería coordinada con la administración – y se alejaron de las conversaciones sin una respuesta definitiva.
Citando a una fuente israelí de alto nivel, el informe televisivo también dijo que los estadounidenses “quieren restar importancia al entusiasmo” por la inminente decisión, “para ralentizar enormemente el proceso”, porque la administración está preocupada, entre otras cosas, por las protestas a nivel nacional tras el asesinato de George Floyd por un policía en Minneapolis la semana pasada, además de la crisis del COVID-19 y las consecuencias económicas que la acompañan.
El lunes por la tarde, la oficina de Gantz emitió un comunicado en el que el ministro de defensa ordenó al jefe de las FDI, Aviv Kohavi, que “intensifique los preparativos para las FDI antes de que los esfuerzos diplomáticos estén en la agenda en la arena palestina”, una clara referencia a la aplicación de la soberanía israelí.
Netanyahu ha prometido extender la soberanía israelí en alrededor el 30 por ciento de Judea y Samaria, los poblados judíos y el Valle del Jordán, y al parecer le dijo a los MK del Likud la semana pasada que “tenemos una fecha límite en julio para aplicar la soberanía y no la cambiaremos”.
El líder del partido Kajol-Lavan, Benny Gantz, y su colega del partido, el Ministro de Relaciones Exteriores Gabi Ashkenazi, han apoyado el plan Trump. Pero Gantz y Ashkenazi han dicho que la soberanía debe coordinarse con otros actores relevantes, como la Autoridad Palestina y Jordania.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que el mes pasado anunció la ruptura de los lazos de seguridad con Israel en medio de las conversaciones sobre Judea y Samaria, va a celebrar “una reunión de emergencia” en Ramallah el martes por la noche, según el informe televisivo, para discutir cómo frustrar la soberanía israelí por “medios legales y otros”.
El informe citaba fuentes palestinas anónimas que decían que “una ola de violencia” sería inevitable si Israel sigue adelante con su plan de soberanía, ya que el grupo terrorista Hamás “pretende incendiar la calle [palestina]”.