El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, habló junto al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y destacó la “resolución común” de ambos países.
Netanyahu señaló que “estamos comprometidos” a devolver a todos los rehenes y agradeció a Trump por la ayuda en esa tarea. Indicó que Israel reconoce la necesidad de derrotar a Hamás y de impedir que esa organización convierta Gaza en una amenaza contra su territorio. Vinculó estos objetivos con la política de defensa de su gobierno y con el respaldo militar y diplomático de Estados Unidos.
El primer ministro valoró la presencia de Rubio como un “mensaje claro de que Estados Unidos apoya a Israel frente al terrorismo” y frente a lo que denominó “el creciente antisemitismo en el mundo”. Aseguró que su país enfrenta también presiones externas y críticas de gobiernos que, según dijo, “colapsan bajo la presión de las minorías islamistas”.
Netanyahu relató que Trump le pidió “recordar el 7 de octubre”. En referencia a esa fecha, comparó los hechos con la memoria del Álamo y sostuvo: “Recordamos la barbarie. Recordamos la increíble masacre de inocentes. Recordamos a nuestros rehenes y nos comprometemos a traerlos a casa a todos, vivos y muertos”. Atribuyó a Trump y a Rubio apoyo decisivo en esta tarea.
Según Netanyahu, Trump “ha demostrado un liderazgo constante, claridad moral y acciones audaces que han fortalecido la alianza entre nuestras naciones como nunca antes”. Definió la relación bilateral como la más sólida en la historia reciente y calificó al presidente estadounidense de “líder mundial excepcional”.
El primer ministro concluyó que Israel y Estados Unidos “seguirán actuando juntos” para enfrentar enemigos comunes y preservar lo que describió como una civilización compartida. Destacó que esta coordinación constituye la base de la actual cooperación estratégica entre los dos países.
