Un alto funcionario estadounidense, hablando con Israel Hayom el lunes, criticó duramente una carta escrita por un grupo de rabinos del campo religioso-sionista al primer ministro Benjamín Netanyahu, en la que “reconocen el momento histórico” pero dicen que el plan de paz de Trump conlleva el riesgo de “crear un Estado terrorista”.
Los funcionarios estadounidenses arremetieron contra la carta, diciendo: “Están desperdiciando el momento, y no entienden las inmensas ventajas que este plan conlleva en términos de su visión del mundo. La derecha [israelí] no conseguirá nada mejor que esto”.
El funcionario también se refirió a las afirmaciones de algunos de la derecha de que el plan Trump llevará a la creación de un Estado palestino. “Si miran el diccionario, entenderán que ésta no es la definición de un Estado. Eso no es lo que el plan permite, así que la resistencia de la derecha y los rabinos es un error”.
Como se ha dicho, los rabinos religiosos-sionistas de mayor rango, entre ellos el rabino Haim Drukman, el rabino Dov Lior, el rabino Elyakim Levanon y el rabino Eliyahu Zini, junto con otros 50 rabinos de la comunidad, enviaron una enérgica carta a Netanyahu y le pidieron que tuviera cuidado con los peligros que, según ellos, son inherentes al plan de paz de Trump.
Los rabinos redactaron la carta después de que el jefe del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, anunciara que partiría hacia Washington para asistir a una serie de reuniones de emergencia con altos funcionarios republicanos y líderes evangélicos, que constituyen la base de votantes del presidente estadounidense, para presentar las líneas rojas de la empresa de poblados israelíes e impedir el reconocimiento de un Estado palestino y el aislamiento de ciertos poblados dentro del marco del plan.
La carta fue idea de Dagan y del rabino Amichai Eliyahu, el jefe de la Asociación de Rabinos Comunitarios. La carta decía que los rabinos “reconocen este momento histórico para el pueblo judío y lo apoyan sinceramente [a Netanyahu] en la aplicación de la soberanía sobre Judea y Samaria, pero entendemos que el plan conlleva un peligro: el establecimiento de un Estado terrorista”.
Los rabinos presentaron sus líneas rojas en relación con el plan: “No a la creación de un Estado ‘palestino’, dividiendo los principales bloques de poblados, abandonando los poblados como un enclave dentro de un Estado terrorista, como sucedió con la comunidad de Netzarim [en Gaza], y no a la transferencia de las áreas C a B, y no a retiros adicionales [territoriales]”.
El rabino Eliyahu dijo sobre la carta: “Estamos contentos por el significativo progreso en el asunto de la aplicación de la soberanía. De ninguna manera puede [este desarrollo] facilitar el establecimiento de un Estado palestino en la Tierra Santa de Israel”.
Dagan dijo: “En nombre de todos los residentes de Samaria estoy agradecido a nuestros rabinos, que están a la cabeza del campo y dirigen al pueblo de Israel y al Estado de Israel. El sentimiento de los rabinos es moral y de principios. Hay líneas rojas que el público israelí no cruzará”.
Según Dagan, “La empresa de poblados israelíes no se quedará de brazos cruzados mientras se juega con su futuro. Junto con la alegría por el gran logro de aplicar la soberanía a las comunidades de Judea y Samaria, no podemos ignorar la iniciativa de entregar el 70% de la superficie de Judea y Samaria”.