La encargada de negocios de Israel en Polonia regresará en breve a Varsovia, lo que indica un deshielo en la congelación de meses entre las dos naciones.
Según informan los medios de comunicación hebreos, Tal Ben Ari, la actual enviada principal de Israel a Polonia, regresará pronto a su puesto tras una ausencia de cuatro meses debido a un enfrentamiento entre Jerusalén y Varsovia. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores no devolvió inmediatamente una solicitud de comentarios.
En julio, el poder legislativo polaco aprobó una ley que impide cualquier restitución futura a los herederos de los bienes confiscados por los nazis durante el Holocausto. En respuesta a la legislación, firmada por el presidente polaco Andrzej Duda, el ministro de Asuntos Exteriores Yair Lapid la calificó de “antisemita e inmoral”.
Polonia “se convirtió en un país antidemocrático y antiliberal que no respeta la mayor tragedia de la historia de la humanidad”, acusó Lapid. Polonia respondió acusando a Israel de un comportamiento “infundado e irresponsable”, y ambos países retiraron a sus respectivos embajadores.
Según el periódico Maariv, las autoridades polacas han manifestado en las últimas semanas su deseo de reparar los dañados vínculos. Las medidas destinadas a enviar ese mensaje incluyen, al parecer, la dura condena por parte del gobierno de una manifestación antisemita en la ciudad polaca de Kalisz a principios de este mes, así como su condena del mortal atentado terrorista de esta semana en Jerusalén. Según Ynet, Polonia también ha señalado su decisión de boicotear la conferencia antirracista de la ONU celebrada en septiembre en Nueva York, a la que Israel acusó de antisemitismo, así como su voto del mes pasado en favor de Israel en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Al parecer, los funcionarios polacos han indicado que están interesados en devolver a los embajadores de ambas naciones a sus respectivos puestos, pero Israel parece dudar en dar ese paso todavía.
A principios de este mes, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores declaró a The Times of Israel que cualquier mejora de los vínculos “depende básicamente de Polonia”, y añadió: “La crisis se debe a la ley [de restitución]. Para solucionar el problema, deben abordarlo”.
Varsovia afirma que la ley reforzará la seguridad jurídica en el mercado de la propiedad, pero los opositores dicen que es injusta para quienes tienen reclamaciones legítimas, incluidos los supervivientes del Holocausto y sus familias.
La ley establece una fecha límite de 10 a 30 años para impugnar las decisiones administrativas pasadas sobre la restitución de los bienes perdidos durante la Segunda Guerra Mundial. Los críticos de la ley argumentan que cortará de hecho la capacidad de los judíos de reclamar propiedades que fueron confiscadas antes y durante el Holocausto.
Polonia es el único país de la Unión Europea que no ha aprobado una legislación nacional exhaustiva para devolver o indemnizar los bienes privados confiscados por los nazis o nacionalizados por el régimen comunista.