El Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia dijo el jueves que la nación de la Unión Europea no tendrá embajador en Israel por el momento, lo que reduce el nivel de la misión de Israel en Polonia.
Las relaciones bilaterales, tradicionalmente sensibles, se agriaron en el verano después de que Polonia adoptara una legislación que se considera que prohíbe las reclamaciones de restitución de algunas propiedades incautadas, incluidas las de las víctimas del Holocausto. Israel protestó.
El ministerio polaco decidió entonces que su embajador, Marek Magierowski, no volviera a su puesto en Tel Aviv tras las vacaciones. Desde entonces ha sido destinado a Washington.
El portavoz del ministerio, Lukasz Jasina, dijo a The Associated Press que “no hay planes por el momento de proponer a una nueva persona para el puesto de embajador” en Tel Aviv.
La misión de Israel en Polonia es sólo a nivel de encargado de negocios, tras las tensiones anteriores, pero el diplomático, Tal Ben-Ari Yaalon, fue llamado a Israel durante la disputa del verano. Se espera que regrese a Varsovia.
Las relaciones bilaterales, que se remontan a 1948, se restablecieron en 1990 -tras la era comunista- y han pasado por varias fases, agriándose recientemente después de que Polonia adoptara una ley administrativa que fijaba un plazo para las reclamaciones de restitución de bienes inmuebles incautados.
En julio, el poder legislativo polaco aprobó la ley, que corta de hecho cualquier restitución futura a los herederos de los bienes incautados por los nazis durante el Holocausto. En respuesta a la legislación, firmada por el presidente polaco Andrzej Duda, el ministro de Asuntos Exteriores Yair Lapid la calificó de “antisemita e inmoral”.
Polonia “se convirtió en un país antidemocrático y antiliberal que no respeta la mayor tragedia de la historia de la humanidad”, acusó Lapid. Polonia respondió acusando a Israel de comportamiento “infundado e irresponsable”, y ambos países retiraron a sus respectivos embajadores.
Al parecer, los funcionarios polacos han indicado que están interesados en devolver a los embajadores de ambas naciones a sus respectivos puestos, pero Israel aún se resiste a dar ese paso.
A principios de este mes, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores declaró a The Times of Israel que cualquier mejora de los vínculos “depende básicamente de Polonia”, y añadió: “La crisis se debe a la ley [de restitución]. Para solucionar el problema, deben abordarlo”.
El miércoles, el portavoz dijo que Polonia aún no había abordado la legislación y que, por tanto, el embajador de Israel no volvería a Varsovia en un futuro inmediato.
Varsovia afirma que la ley reforzará la seguridad jurídica en el mercado de la propiedad, pero los opositores dicen que es injusta para quienes tienen reclamaciones legítimas, incluidos los supervivientes del Holocausto y sus familias.
La legislación establece una fecha límite de 10 a 30 años para impugnar las decisiones administrativas pasadas sobre la restitución de los bienes perdidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Polonia es el único país de la UE que no ha aprobado una legislación nacional exhaustiva para devolver o indemnizar los bienes privados confiscados por los nazis o nacionalizados por el régimen comunista.