El senador republicano Lindsey Graham critica la decisión de la administración de Biden de retrasar un envío de municiones a Israel para expresar su preocupación por una posible operación terrestre en Rafah.
“Si detenemos las armas necesarias para destruir a los enemigos del Estado de Israel en un momento de gran peligro, pagaremos un precio”, afirma Graham. “Esto es obsceno. Es absurdo. Dale a Israel lo que necesita para luchar en la guerra que no puede permitirse perder”.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, menciona en el Senado que Biden cedió “bajo el calor de la presión política interna de la base antiisraelí de su partido y de los comunistas universitarios que decidieron alinearse con la bandera de Hamás y Hezbolá”.
McConnell señala que la decisión es “devastadora” y que “fortalecerá a Irán y a sus agentes terroristas”.
Sin embargo, el senador Bernie Sanders, un independiente, considera que “el presidente Biden está completamente justificado al detener la entrega de bombas a este gobierno israelí de extrema derecha. Pero esto debe ser solo un primer paso”.
Sanders sostiene que Estados Unidos debe exigir ahora “un alto al fuego inmediato, el cese de los ataques contra Rafah y la entrega inmediata de grandes cantidades de ayuda humanitaria a las personas que viven en la desesperación”.