El recientemente electo gobernador de la Florida, Ron DeSantis, durante mucho tiempo un incondicional en su apoyo a Israel en el Congreso, dijo que su primera visita al extranjero en su nuevo cargo será al Estado Judío, días después de ganar una dura contienda electoral.
DeSantis, un republicano y leal a Trump, le dijo al periódico Israel Hayom que él también trabajaría contra los esfuerzos de boicot a Israel en el Estado, y planeaba hacer cumplir con fuerza la legislación existente contra el BDS: el movimiento pro-palestino de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel.
El gobernador electo dijo que le gustaría impulsar la cooperación entre las universidades y los empresarios israelíes y floridanos, desarrollar lazos económicos y reclutar el ingenio israelí para ayudar a resolver ciertos desafíos, como la proliferación de algas dañinas a lo largo de la costa estatal.
DeSantis, quien fue uno de los principales defensores de la reubicación de la embajada estadounidense en Israel en Jerusalén, y que también pidió el reconocimiento de la soberanía israelí en los Altos del Golán, dijo que continuará presionando el asunto con el presidente Donald Trump. El Golán, dijo, debe permanecer en manos israelíes por razones estratégicas.

Cuando se le preguntó si creía que sus posiciones sobre el Estado Judío lo habían ayudado con la comunidad judía de la Florida, DeSantis dijo que no sabía los números, pero creía que se había mostrado claramente a lo largo de la carrera como candidato pro-Israel.
En marzo de 2017, DeSantis visitó Israel en una misión del Congreso representativa para estudiar la reubicación de la embajada de los Estados Unidos en Jerusalén.
El gobernador electo ha dicho en el pasado que, al igual que la reubicación por Washington de su embajada, ayudaría a sacar a Jerusalén de las negociaciones de paz, el reconocimiento estadounidense de la soberanía de Israel en los Altos del Golán aclararía que no tiene la intención de obligar a Jerusalén a abandonar el territorio, que obtuvo en la Guerra de los Seis Días de 1967, de Siria.
Dijo que tal acción le parecía un seguimiento natural de la reubicación de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, particularmente a la luz de la guerra civil en curso en Siria y los intentos de Irán de atrincherarse a través de la frontera con Israel.