Tras los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel contra numerosos objetivos de la Yihad Islámica palestina a lo largo de la tarde del viernes y el sábado, Rusia ha denunciado las actividades de Israel en la Franja de Gaza, según una declaración emitida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores el sábado por la tarde.
La ministra de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, declaró en una declaración escrita publicada en el sitio web del ministerio que “Moscú está profundamente preocupada por una nueva ola de derramamiento de sangre armada en la zona del conflicto palestino-israelí”.
Rusia, que participa desde el 24 de febrero en lo que denominan una “operación militar especial” en Ucrania, afirmó que los ataques aéreos israelíes contra la Franja de Gaza el 5 de agosto fueron la causa de “otra escalada”, a la que los grupos palestinos respondieron lanzando bombardeos masivos e indiscriminados contra el territorio israelí.
Zakharova declaró que estaba “muy preocupada” por la situación actual y que “el regreso de una batalla militar a gran escala” empeoraría la “ya terrible situación humanitaria en Gaza”.
Zakharova añadió que Rusia reiteró su “posición de principios y coherente, reflejada en las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU, en apoyo de una solución global y a largo plazo del conflicto palestino-israelí de acuerdo con el principio de los dos Estados”. Dijo que Moscú pedía a todas las partes que ejercieran la mayor moderación y trabajaran para lograr un alto el fuego.
“Sólo en el marco del proceso de paz, de la consecución de los legítimos derechos nacionales del pueblo palestino a formar un Estado independiente dentro de las fronteras de 1967, es posible poner fin al cíclico derramamiento de sangre”, añadió.
¿Una estrategia para desviar la atención del conflicto en Ucrania?
Rusia se ha apoderado y ha tomado el control de numerosos territorios ucranianos, como Luhansk, Donetsk, Mariupol y Kherson, desde que invadió Ucrania a principios de este año. La península de Crimea, que antes formaba parte de Ucrania, está gobernada por Rusia desde que la atacó y la anexionó en marzo de 2014.
Más de 5.000 civiles ucranianos han muerto desde febrero, muchos de ellos niños, según un estudio de la ONU del 16 de julio.
Yair Lapid, primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Israel, ha criticado a menudo la conducta de Rusia en Ucrania. Antes de él, Naftali Bennet, el entonces Primer Ministro, también había permitido numerosos suministros de ayuda humanitaria a Ucrania sin denunciar específicamente a Rusia.
Rusia ha condenado a menudo a Israel, siendo el anuncio del sábado el más reciente, en lo que los observadores creen que es un esfuerzo por desviar la atención de su guerra en Ucrania.
En junio, Rusia hizo circular un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en el que denunciaba el bombardeo del aeropuerto internacional de Damasco, perpetrado por Israel. Y desde principios de julio, ha habido una disputa entre la rama rusa de la Agencia Judía para Israel y el gobierno ruso, que llevó a este último a instar a la Agencia Judía para Israel a detener todas sus operaciones en la nación.