El senador estadounidense Bernie Sanders (I-VT) arremetió el miércoles contra Israel por proporcionar parte de su exceso de vacunas COVID-19 a otros países mientras no vacunaba a los árabes palestinos.
Sanders retuiteó un enlace a un artículo del New York Times sobre la donación israelí a otros países y escribió: “Como potencia ocupante, Israel es responsable de la salud de toda la población bajo su control. Es indignante que Netanyahu utilice vacunas sobrantes para recompensar a sus aliados extranjeros mientras tantos palestinos en los territorios ocupados siguen esperando”.
El martes, Kan News informó de que Israel enviaría unas 100.000 vacunas Moderna a 15 aliados, así como a varios países de África que tienen lazos fuertes o incipientes con Israel.
Entre los países que recibirán las vacunas, según los informes, se encuentran Honduras, Guatemala y la República Checa.
Sanders se convierte en el último legislador estadounidense que critica a Israel por no proporcionar a los árabes palestinos las vacunas COVID-19, a pesar de que Israel no está obligado a hacerlo en virtud de los Acuerdos de Oslo.
Varios legisladores del partido demócrata habían criticado anteriormente a Israel por este motivo, sobre todo la representante Rashida Tlaib, el representante Joaquín Castro y el representante Jamaal Bowman.
Sin embargo, las críticas son injustificadas, ya que Israel ya ha transferido miles de dosis de vacunas a la AP e incluso ha transferido vacunas a Gaza, cuyos gobernantes de Hamás siguen reteniendo los cuerpos de soldados israelíes.
Sanders, que es judío y pasó un tiempo en un kibbutz cuando era joven, ha criticado repetidamente al gobierno israelí y ha afirmado que es racista.
El año pasado, se sumó a una carta de los demócratas contra los planes de Israel de aplicar la soberanía sobre Judea y Samaria.
Anteriormente, afirmó que el AIPAC proporciona una plataforma para “líderes que expresan fanatismo y se oponen a los derechos básicos de los palestinos” para justificar su decisión de no intervenir en la conferencia.
En 2019, Sanders causó un revuelo cuando dijo en la conferencia de J Street que Estados Unidos debería redirigir su ayuda a Israel y dársela a Gaza en su lugar.
A pesar de todo ello, ha refutado las afirmaciones de que es antiisraelí y ha insistido en que simplemente aboga por una política exterior “que no solo proteja a Israel, sino que se ocupe también del sufrimiento del pueblo palestino”.