El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, expresó la frustración de la administración Biden por las intensas negociaciones con el gobierno israelí para lograr una extensión de un año al acuerdo bancario que permite a los bancos israelíes realizar transacciones con los palestinos.
Miller calificó como “increíblemente frustrante” que se haya tardado tanto en alcanzar este acuerdo, señalando que no renovarlo habría puesto en riesgo la economía palestina y podría haber desestabilizado Judea y Samaria, lo que no sería en el interés de Israel.
El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, había retrasado la extensión, argumentando que era necesario colapsar la Autoridad Palestina, mientras impulsa la anexión de grandes partes de Judea y Samaria.
Días antes de la expiración del acuerdo, Smotrich aceptó respaldar la prórroga tras obtener garantías de la administración Biden de que no permitiría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que reconociera a Palestina como estado. Miller aclaró que tal resolución nunca estuvo en los planes de EE. UU. y que, en caso de que surgiera, se examinaría según los intereses de Estados Unidos.