El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la noche del sábado que levantó la retención de un envío de bombas de 2.000 libras destinadas a Israel, ordenada previamente por el expresidente Joe Biden. “¡Muchas cosas que fueron ordenadas y pagadas por Israel, pero que no fueron enviadas por Biden, están en camino!”, escribió en Truth Social sin ofrecer más detalles.
Aunque Trump no especificó información adicional, su mensaje insinuó que se reactivaron envíos de armamento adicionales, como había señalado anteriormente el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Por su parte, la administración Biden sostuvo que únicamente se retrasaron las bombas por preocupación sobre su uso en áreas densamente pobladas de Gaza, mientras que los demás envíos continuaban según lo previsto.
Estados Unidos ha destinado miles de millones de dólares en ayuda militar a Israel desde el inicio de la guerra en Gaza, que comenzó tras el ataque del grupo terrorista Hamás en octubre de 2023. Sin embargo, la administración Biden ajustó el proceso de aprobación de transferencias de armas, sometiéndolas a revisiones regulares en lugar de procedimientos acelerados, como los implementados en las etapas iniciales de la guerra.
La cuestión de los envíos de armas ha generado tensiones durante la guerra. En junio, Netanyahu criticó públicamente a la administración Biden en un video, acusándola de retrasar el suministro de armamento esencial para Israel. “Es inconcebible que en los últimos meses la administración haya estado reteniendo armas y municiones para Israel”, declaró, resaltando que el país enfrentaba amenazas de Irán y otros enemigos comunes.
La Casa Blanca desmintió estas acusaciones. La entonces secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, declaró: “Realmente no sabemos de qué está hablando [Netanyahu]. Simplemente no lo sabemos”. Posteriormente, un alto funcionario del gobierno de Biden reconoció la existencia de “cuellos de botella” no intencionales en la transferencia de armas, los cuales estaban siendo resueltos.
En octubre, Estados Unidos advirtió a Israel mediante una carta que debía tomar medidas significativas para aliviar la crisis humanitaria en Gaza en el plazo de un mes o enfrentarse a la posibilidad de restricciones en el envío de armas. Sin embargo, la advertencia no se concretó, ya que Israel implementó algunas de las acciones solicitadas, como permitir la entrada de ayuda humanitaria, establecer pausas humanitarias y garantizar que no se desalojara forzosamente a civiles del norte de Gaza.
El levantamiento de la retención de las bombas coincidió con la victoria de Trump en las elecciones presidenciales, lo que redujo la influencia de la administración Biden sobre Israel. Esto llevó al gobierno israelí a asumir que cualquier decisión sobre restricciones sería revertida tras el regreso de Trump al poder.
Además, la decisión de Trump se produjo un día después de que el Departamento de Estado congelara fondos para la mayoría de los programas de asistencia exterior estadounidense, exceptuando la ayuda militar y los programas humanitarios destinados a Israel y Egipto.