Los precios de alquiler en Jerusalén han experimentado un aumento significativo, llegando hasta un 30% en algunos barrios, según agentes inmobiliarios. Aunque el alza nacional fue del 4% el año pasado, la capital enfrenta una disponibilidad limitada de viviendas, lo que complica aún más la búsqueda de apartamentos.
Yitzchak Kowalsky, director ejecutivo de YKK Jerusalem Real Estate, explicó que encontrar un apartamento es difícil debido a la escasez de propiedades. «Un apartamento de tres habitaciones en barrios como Baka, Katamon o Colonia Alemana, que antes costaba entre 8.000 y 9.000 NIS [2.243-2.523 dólares], ahora se alquila entre 12.000 y 13.000 NIS [3.364-3.645 dólares]», detalló.
Los apartamentos más económicos, de unos 8.000 NIS, suelen presentar limitaciones como falta de ascensor, reformas o aparcamiento, añade Kowalsky. Los inmuebles mejor equipados, con balcón y ascensor, son arrendados rápidamente al salir al mercado.
Eric Opland, director de L. Levy Nadlan, corroboró el aumento en la demanda. «Los apartamentos disponibles se alquilan enseguida. Si alguien quiere encontrar uno, debe empezar a buscar con anticipación», afirmó.
La inmigración de judíos estadounidenses y franceses ha sido un factor clave en esta situación. Durante los primeros diez meses de 2024, los inmigrantes desde Estados Unidos aumentaron un 12% (2.786 personas), mientras que desde Francia el incremento fue del 79% (1.846 personas), según cifras de la Agencia Judía.
Judith Ben Avi, especializada en alquileres en Jerusalén, destacó que muchos inmigrantes prefieren alquilar temporalmente antes de comprar una vivienda, lo que incrementa los precios. «Están dispuestos a pagar cualquier precio, lo que afecta al mercado», señaló.
Kowalsky, por su parte, comentó que algunos de los inmigrantes ya habían adquirido propiedades como inversión, desalojando a los inquilinos al mudarse a Jerusalén, lo que reduce aún más la oferta disponible.
Además, los proyectos de renovación urbana, como los planes Tama 38 y Pinui Binui, también han influido en el mercado. Según Kowalsky, muchos residentes deben abandonar temporalmente sus hogares mientras se reconstruyen, lo que eleva la demanda de alquileres en sus barrios. A esto se suma la escasez de trabajadores desde el 7 de octubre, que ha retrasado varias obras.
Barrios históricos como Talbieh, Rehavia y Mamilla son los más buscados, según Opland. Los inmigrantes con menores presupuestos se decantan por zonas como Givat Mordechai y Har Homa, mencionó Ben Avi.
Por cuestiones de seguridad, los inquilinos ahora priorizan apartamentos con habitaciones seguras ante posibles ataques con cohetes. «Esto es más importante que tener un balcón abierto en la sucá para los judíos religiosos», dijo Opland.
El aumento de precios también afecta a estudiantes universitarios y jóvenes adultos. Jerusalén atrae a estudiantes de la Universidad Hebrea y otras instituciones, quienes suelen compartir apartamentos para afrontar los elevados costos. «Tres personas comparten un viejo apartamento cerca de la calle Azza por 9.000 NIS [2.523 dólares]», explicó Ben Avi. Aunque reciben descuentos en impuestos, los precios continúan al alza.
El 40% de los estudiantes vive en el centro de Jerusalén, según el sitio inmobiliario Madlan. Opland comentó que, debido a los incrementos en el mercado, los propietarios han flexibilizado las condiciones de los contratos. «Antes exigían compromisos de al menos un año, pero ahora aceptan contratos más cortos, ya que saben que podrán alquilar por un precio mayor al finalizar el contrato», concluyó.