El inicio de semana para los mercados petroleros ha sido negativo, registrando una segunda jornada consecutiva de caídas tras la asunción del segundo mandato del presidente Trump. A las 11:40 a.m. ET, el crudo Brent con entrega en marzo cayó un 0,85%, cotizando a 79,49 dólares por barril, mientras que el crudo WTI para febrero bajó un 1,5%, situándose en 76,68 dólares. Según Tamas Varga, analista de PVM, la incertidumbre generada por las políticas de la nueva administración influye directamente en estas caídas.
“El comportamiento del mercado este año ha llevado a algunos inversores a asegurar beneficios antes de que quede claro el enfoque de la administración Trump”, comentó Varga en una entrevista con Reuters.
Una encuesta reciente del bufete Haynes Boone LLC reveló que los bancos anticipan precios por debajo de 60 dólares por barril hacia mediados del mandato de Trump. Esto se vincula con su intención de presionar a los productores de esquisto para incrementar la producción. Sin embargo, otros analistas discrepan de esta proyección.
Desde Standard Chartered, expertos aseguran que la fortaleza de los mercados petroleros continuará en parte debido a la disminución de barriles rusos disponibles en el mercado tras la aplicación de sanciones. Estas restricciones han triplicado el número de petroleros rusos sancionados, afectando a 900.000 barriles diarios (bpd). A pesar de que Rusia busca sortear las sanciones mediante flotas paralelas y transferencias de barco a barco, StanChart prevé un desplazamiento de 500.000 bpd en los próximos seis meses.
Además, las razones que fortalecen el mercado incluyen la adhesión de la OPEP+ a sus cuotas de producción, una demanda mayor a la prevista y un crecimiento de oferta fuera de la OPEP inferior a lo esperado. Según StanChart, la solidez del mercado persistirá incluso tras el retorno de patrones climáticos estacionales.
El mes pasado, Standard Chartered destacó que la decisión de la OPEP+ de posponer el aumento planificado de producción hasta abril de 2025 y extender la eliminación total de recortes hasta finales de 2026 evitará un sobreabastecimiento en los mercados petroleros para 2025.