Debido a la falta de ofertas de los contratistas, un polémico plan para erigir un anfiteatro en medio de una reserva natural desértica en el sur de Israel ha quedado en suspenso, aunque solo por un tiempo.
El Consejo Local de Mitzpe Ramon declaró en un comunicado que la viabilidad económica del proyecto se veía obstaculizada por una serie de limitaciones medioambientales incluidas en la licitación para la instalación en el cráter de Ramon.
La idea se ha enfrentado a la oposición de las organizaciones ecologistas, la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel (INPA), el Ministerio de Protección del Medio Ambiente y el Ministerio de Turismo, al igual que cuando se aprobó por primera vez pero no se puso en marcha hace diez años.
Los críticos han advertido que, además de que el lugar perdería su prestigiosa reputación como única reserva internacional de luz estelar en Oriente Medio, la luz, el ruido y la suciedad de los espectáculos perturbarían y perjudicarían a las especies locales.
Todos los años, en agosto, decenas de miles de astrónomos viajan al cráter del desierto del Néguev para observar la espectacular lluvia de meteoros de las Perseidas en condiciones de cielo oscuro sin contaminación lumínica.
La Asociación Internacional de Cielo Oscuro concedió al lugar el distinguido título de reserva internacional de luz estelar en 2017, como resultado de años de trabajo de la INPA y otras organizaciones.
Según el concepto del consejo, el lugar acogería cuatro eventos del consejo, además de 10 actuaciones públicas cada año en las noches de luna llena.
En una zona de antiguas canteras de yeso de unos 15 dunam (3,7 acres), junto a las instalaciones de glamping (acampada glamurosa) de la empresa Selina, al oeste de la ruta 40, se planeó levantar escenarios temporales.