El déficit fiscal de Israel alcanzó el 7% del producto interno bruto (PIB) en abril, equivalente a 11.700 millones de shekels (3.100 millones de dólares), según datos preliminares del Ministerio de Finanzas.
Este incremento se atribuye a la financiación de la guerra en curso con el grupo terrorista Hamás.
En 2023, Israel registró un déficit presupuestario del 4,2% y estableció un objetivo de déficit del 6,6% del PIB para 2024. El déficit de abril aumentó respecto al 6,2% del PIB en marzo, el 5,6% en febrero y el 4,8% en enero, impulsado por un mayor gasto militar y civil y una reducción de los ingresos fiscales.
El Ministerio de Finanzas explicó que los pagos de impuestos por aproximadamente 4.800 millones de shekels se retrasaron de abril a mayo debido a la festividad de Pésaj. Ajustando por este retraso, el déficit de abril se estima en un 6,7%, o 6.900 millones de shekels del PIB.
En abril, el gasto público totalizó 48.200 millones de shekels, elevando el gasto acumulado desde principios de año a 195.300 millones de shekels, un aumento del 36% en comparación con el mismo periodo de 2023. Los costos militares desde el inicio de la guerra con Hamás ascienden a 59.600 millones de shekels.