Mientras Ursula von der Leyen esbozaba un paquete de medidas para contrarrestarlo, entre las que se incluyen un impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas y una restricción de los precios del gas ruso, advirtió que los europeos se enfrentan a “tiempos difíciles” debido a la subida vertiginosa de los precios de la energía.
Tenemos el deseo de hacerlo, la fuerza económica y la voluntad política de prevalecer, dijo la jefa de la Comisión Europea durante una conferencia de prensa en Bruselas el miércoles. “Son tiempos difíciles y no van a terminar pronto”, añadió.
En respuesta a la reducción de los suministros de gas a Europa por parte de Rusia como venganza por el apoyo del bloque a Ucrania, Bruselas ha propuesto cinco medidas para mitigar la alta volatilidad resultante de los costes energéticos.
Las propuestas incluyen la limitación del coste del gas ruso, la obligación de reducir el uso de la electricidad durante los periodos de máxima demanda, el establecimiento de un umbral de beneficios por encima del cual los generadores de energía serán gravados, la flexibilización de la normativa sobre ayudas estatales y la reducción del techo de precios.
Las empresas de petróleo y gas están obteniendo beneficios récord, y Von der Leyen afirmó que la comisión recomendaría un “pago solidario” (un impuesto en todo menos en el nombre) por parte de ellas.
También señaló que, a finales de octubre, el almacenamiento europeo de gas había alcanzado el 82 % de su capacidad prevista.