La economía enfrentará consecuencias más graves en 2025 tras el cierre masivo de pymes, según Ultra Finance, debido a la guerra en Israel.
Impacto económico del cierre de 50.000 pymes en Israel
Durante este año, unas 50.000 pequeñas y medianas empresas (pymes) dejaron de operar, pero se espera que las repercusiones económicas más graves se produzcan en 2025. Así lo aseguró Ultra Finance, un proveedor de crédito no bancario, en un análisis sobre la situación económica en Israel. Los propietarios de estas empresas enfrentan las consecuencias de una guerra que lleva ya 15 meses en curso.
Entre los sectores más afectados se encuentran peluquerías, guías turísticos, tiendas, despachos contables, fotógrafos y trabajadores autónomos. Estas actividades han sufrido una caída en la demanda, cancelación de pedidos y dificultades para obtener financiación, mientras que la asistencia gubernamental resulta insuficiente en el contexto de la guerra en curso.
Según Yonatan Brand, director ejecutivo de Ultra Finance, “las consecuencias económicas reales llegarán en 2025 debido a la demora en los procedimientos judiciales y medidas temporales relacionadas con la guerra, como la congelación de pagos de préstamos a los llamados a filas”. Además, Brand destacó que el panorama para el próximo año será aún más complicado con un aumento en los procedimientos de quiebra y desmembramiento de empresas.
Datos clave sobre la situación de las pymes en Israel
- Israel cuenta con unas 600.000 empresas activas, de las cuales más del 90% son pequeñas y medianas.
- En 2023, hubo una caída neta de 19.000 empresas, con 68.700 cierres frente a 49.700 aperturas.
- La tasa de quiebras de pymes aumentó un 15% en 2024 respecto a 2023.
- El crédito para pymes subió un 8% en 2024, aunque con condiciones menos favorables en comparación con grandes empresas.
Pequeñas empresas, pilar de la economía, enfrentan desafíos
Las pymes son consideradas el pilar de la economía israelí, representando más del 55% de la producción nacional, pero solo acceden al 24% del crédito empresarial disponible. Este acceso limitado las obliga a depender de financiamiento bancario con tasas de interés más altas, que oscilan entre el 6% y el 8%, mientras que las grandes empresas obtienen financiamiento con tasas del 3% al 4%.
En contraste, la situación de los propietarios de pymes se ve agravada por el impacto directo de la guerra. Muchos de ellos han debido cesar sus actividades al ser llamados al servicio militar o desplazados de sus hogares. Además, la interrupción de proyectos en diversos sectores ha generado retrasos en los pagos a proveedores, la mayoría de los cuales son pequeñas empresas.
Brand explicó que la ausencia de empleados en pequeñas empresas es crítica: “Si el 50% de los empleados de una gran empresa son llamados a filas, el otro 50% puede seguir trabajando. En cambio, cuando un propietario de una pyme, que a menudo es el único empleado, se ausenta, el negocio se detiene por completo”.
Factores que agravan la crisis económica en las pymes
Además de las complicaciones generadas por la guerra, la falta de competencia en el sistema financiero israelí exacerba la situación de las pequeñas empresas. Los cinco bancos más grandes del país dominan el mercado, lo que limita el acceso a soluciones crediticias alternativas y agrava las dificultades para obtener financiación adecuada.
Según los datos de Ultra Finance, el número de liquidaciones voluntarias de empresas ha ido en aumento en los últimos años, pasando de 1.200 en 2020 a 1.500 en 2023. Este incremento refleja una tendencia preocupante para el sector. Sin embargo, las grandes empresas siguen disfrutando de condiciones más favorables debido a su acceso a mejores tasas y términos de crédito.
Brand subrayó que “es necesario reducir las barreras regulatorias para incentivar el apoyo de los bancos hacia las pequeñas empresas y promover alternativas de crédito no bancarias”. Sin estos cambios, el futuro para las pymes israelíes seguirá siendo incierto.
Proyecciones para las pequeñas empresas en 2025
Ultra Finance advierte que la situación actual podría empeorar en los próximos años si no se implementan medidas de apoyo efectivas. Aunque en 2024 el número de pequeñas empresas activas disminuyó en 4.000, la tendencia negativa podría acelerarse debido a los impactos acumulativos de la guerra y las condiciones económicas desfavorables.
Los datos sugieren que, en ausencia de un cambio estructural en el acceso al crédito y la regulación financiera, las pymes podrían enfrentar una crisis más profunda en 2025, lo que afectaría significativamente al empleo y a la estabilidad económica del país.