A las 5 de la mañana del martes, las acciones de Facebook se desplomaron y bajaron un 4,89%, tras la interrupción del lunes por la noche, cuando los servidores de la compañía se colapsaron todos a la vez, dejando a millones de usuarios sin las plataformas de Facebook, Instagram, Whatsapp o Messenger.
El gigante de las redes sociales tardó seis horas en recuperarse. En Israel, WhatsApp volvió a funcionar a pleno rendimiento solo 8 horas después de la interrupción original.
Internet era un mar embravecido sin sus habituales puntos de publicación, y algunos usuarios compararon el suceso con un episodio de Black Mirror y utilizaron el humor apocalíptico para descargar su frustración.
Se calcula que Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, ha perdido 7.000 millones de dólares en menos de 12 horas. Esta increíble suma también le hace bajar un peldaño en la lista de personas más ricas del mundo, según Bloomberg, situándose después de Bill Gates en el número 5.
Además del desplome de Facebook, Amazon también perdió cerca de un 2,85%. También informó de dificultades técnicas durante la parálisis mundial más importante de las redes sociales en años.
Sorprendentemente, Twitter se llevó el golpe más duro de la noche. Aunque la aplicación se convirtió en el santo grial de los usuarios adictos a las redes sociales y en la plataforma más activa mientras sus competidores estaban caídos, al final del día su valor se desplomó un 5,79% en 24 horas.
Se supone que Twitter se vio afectada al igual que Snapchat (que cayó un 5,34%) y Facebook cuando la denunciante Frances Haugen acusó a la organización de priorizar los beneficios sobre la seguridad o las preocupaciones de los usuarios.
El Nasdaq Composite, de gran peso tecnológico, cayó un 2,14% en un día, lo que lo llevó a su punto más bajo en el último mes de caída constante.
El resultado a largo plazo aún no se ha notado del todo; sin embargo, a la luz de las difíciles declaraciones de Haugen sobre el lucro frente a la responsabilidad, sobre el servicio y la desinformación, parece que esta semana será una dura prueba de realidad para el mundo de las redes sociales.