El año pasado, China lideró nuevamente las instalaciones de energía renovable, alcanzando niveles récord en capacidad solar y eólica, según datos de la Administración Nacional de Energía. La capacidad de generación solar se incrementó en un 45,2%, mientras que la capacidad eólica creció un 18% en comparación con 2023.
El aumento en estas fuentes de energía renovable superó el crecimiento global de la capacidad instalada de generación de energía en el país, que fue del 14,6%. Según un documento de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y la administración energética, el país planea agregar más de 200 millones de kilovatios de capacidad renovable cada año durante tres años, con el objetivo de garantizar una tasa de utilización del 90%.
Durante 2024, China añadió 277 gigavatios (GW) de capacidad solar y 80 GW de capacidad eólica, marcando un récord histórico en incorporaciones anuales. Con estos avances, el país alcanzó en 2024 su meta de instalar 1,2 teravatios (TW) de capacidad solar y eólica, fijada originalmente para 2030.
Además, se espera que para finales de este año, China conecte a la red el proyecto fotovoltaico Ruoqiang, uno de los mayores del mundo, con una capacidad de 4 GW. Este gigantesco desarrollo en el desierto de Taklamakán forma parte del plan nacional para que las emisiones de carbono del país alcancen su punto máximo antes de finalizar la década.
Sin embargo, el auge de las energías renovables, impulsado por costos reducidos de materiales y políticas de apoyo del gobierno, ha comenzado a afectar las ganancias de los fabricantes de equipos solares, quienes enfrentan desafíos en la rentabilidad pese al crecimiento continuo de la industria.