A partir del 1 de diciembre, China requerirá permisos de exportación para ciertos productos de grafito, fortaleciendo el control sobre sus recursos minerales clave en medio de tensiones globales.
El Ministerio de Comercio de China, en un movimiento estratégico, anunció nuevas directrices que afectarán la exportación de productos de grafito, un mineral crucial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Esta decisión, efectiva desde el 1 de diciembre, responde a la intención de salvaguardar su seguridad nacional y refleja el poder de China como principal fuerza en el mercado del grafito.
El cambio en la política se dirige específicamente a los exportadores de grafito sintético de alta calidad y grafito natural en escamas, quienes ahora deben obtener permisos para comerciar estos productos fuera de las fronteras chinas. Según el ministerio, esta medida no está dirigida contra ninguna nación específica, sino que forma parte de una estrategia más amplia para asegurar la estabilidad de la cadena de suministro global.
Esta regulación es una continuación de las acciones que China ha venido tomando en el escenario de los minerales y metales esenciales. Más temprano en el año, el mercado experimentó alteraciones significativas cuando China aplicó restricciones a la exportación de ciertos metales de tierras raras, como el galio y el germanio, críticos en la industria tecnológica.
La tensión en el comercio internacional de tecnología y minerales críticos se ha amplificado recientemente. La Comisión Europea ha iniciado investigaciones sobre las posibles subvenciones ilegales en la cadena de valor de los vehículos eléctricos de China, evaluando el impacto económico en los productores de la Unión Europea. Además, Estados Unidos ha escalado la situación, prohibiendo la venta de chips de inteligencia artificial avanzados al gigante asiático.
La Agencia Internacional de la Energía ha emitido advertencias sobre los riesgos de la dependencia global de un suministro poco diversificado de minerales críticos. Con China, la República Democrática del Congo e Indonesia controlando una proporción significativa del mercado, la concentración de las operaciones de refinado en manos chinas presenta desafíos considerables para la estabilidad de la industria de minerales a nivel mundial.