Los aranceles impuestos por China paralizan el comercio de GNL con EE. UU., forzando la reventa de cargamentos hacia Europa y Asia.
China revende cargamentos de GNL estadounidense a otros mercados
El comercio bilateral de gas natural licuado (GNL) entre China y Estados Unidos se ha transformado por completo debido a la guerra arancelaria reactivada por la administración de Donald Trump. La imposición de tarifas por parte de ambos países ha hecho inviable el comercio directo, obligando a compradores chinos a redirigir cargamentos originalmente adquiridos a través de contratos con productores estadounidenses.
Las tarifas aplicadas por China comenzaron en febrero de 2025 con un arancel del 15% sobre el GNL estadounidense, y aumentaron al 49% el 10 de abril para equiparar las nuevas medidas impuestas por Estados Unidos. Desde la primera aplicación de aranceles, compradores chinos suspendieron sus importaciones. Según Bloomberg, el país acumula 60 días sin recibir cargamentos de GNL estadounidense, el periodo más prolongado desde el inicio de la anterior guerra comercial bajo el mismo gobierno.
En 2024, China importó 4.16 millones de toneladas métricas de GNL de Estados Unidos, equivalentes a 2.41 mil millones de dólares y representando el 5.4% de sus importaciones totales. Sin embargo, los aranceles y una demanda interna más débil alteraron esta tendencia. En febrero de 2025, las importaciones chinas bajaron a 4.5 millones de toneladas, su nivel más bajo desde abril de 2022.
Datos clave sobre el comercio de GNL entre China y EE. UU.
- China impuso un arancel del 49% al GNL estadounidense en abril de 2025.
- China lleva 60 días sin recibir cargamentos de GNL de EE. UU., según Bloomberg.
- En 2024, China importó 4.16 millones de toneladas de GNL desde EE. UU.
- Los precios del gas en Europa superan los asiáticos, incentivando la reventa.
- Empresas chinas redirigen cargamentos a Europa y Asia con contratos FOB.
Empresas chinas redirigen cargamentos a Europa y otros países
Compañías como Sinochem Group, Foran Energy Group y PetroChina optaron por revender cargamentos de GNL estadounidense a Europa y Asia. Esta estrategia se basa en la flexibilidad de los contratos tipo “free-on-board” (FOB), que permiten a los compradores decidir el destino final del suministro. Con los precios europeos del gas en el mercado TTF superando a los asiáticos, las reventas han resultado económicamente ventajosas.
Datos de Kpler, firma de análisis de mercado citada por Bloomberg, confirman que no hay buques de GNL estadounidenses en ruta hacia China. Esta ausencia refuerza la magnitud del desvío comercial causado por las tarifas. Los flujos se han redirigido hacia países donde los márgenes de ganancia justifican la operación, en especial en mercados europeos con alta demanda previa al invierno.
La falta de restricciones de destino en los contratos de exportación estadounidenses ha facilitado este cambio. Los traders chinos aprovechan esta flexibilidad para colocar el producto en mercados más rentables sin incurrir en penalidades contractuales.
La situación también ha evidenciado la capacidad de las compañías chinas para adaptarse a un entorno geopolítico inestable, utilizando mecanismos contractuales para mitigar los efectos económicos de las políticas arancelarias.
Contratos a largo plazo se enfrían ante las tarifas impuestas
El incremento de aranceles también ha afectado las negociaciones de contratos a largo plazo. Empresas chinas han disminuido su interés en nuevos acuerdos con Estados Unidos y han priorizado tratos con productores de Oriente Medio y Asia-Pacífico, como Qatar y Australia, que no enfrentan las mismas barreras comerciales.
Según ICIS, los contratos ya firmados con EE. UU. aún podrían mantenerse viables por los precios pactados previamente. Sin embargo, la compra en el mercado spot se ha vuelto insostenible bajo las tarifas actuales, debido a los altos costos que deben asumir las compañías chinas.
Distribuidoras chinas de menor escala, como las proveedoras de gas urbano, no cuentan con estructuras comerciales que les permitan absorber los costos adicionales generados por los aranceles. Un operador con base en Pekín declaró a Reuters que estas empresas ya exploran fuentes más económicas para asegurar el abastecimiento.
El impacto de estas decisiones también limita la capacidad de Estados Unidos para usar a China como mercado de crecimiento en su expansión exportadora de GNL, lo que podría afectar futuros desarrollos en infraestructura y contratos internacionales.
Europa se consolida como nuevo destino del GNL estadounidense
Los cargamentos redirigidos por China encontraron en Europa un nuevo mercado clave. En 2024, el 45% de las importaciones europeas de GNL provinieron de Estados Unidos, consolidando al país norteamericano como su principal proveedor. Esta dinámica responde al interés europeo por abastecerse antes del próximo invierno.
La estructura flexible de los contratos de exportación estadounidenses, sin restricciones de destino, ha permitido que los traders chinos actúen con agilidad. Esta capacidad de adaptación refuerza la posición de EE. UU. en el mercado europeo frente a la actual disputa arancelaria con China.
Analistas de EBW Analytics advirtieron que, aunque Europa absorbe parte del volumen desplazado, las tarifas podrían complicar inversiones futuras en infraestructura de GNL en EE. UU.. China era vista como un cliente fundamental para nuevos proyectos de exportación que ahora enfrentan incertidumbre.
Mientras tanto, el debilitamiento de la demanda spot en China mantiene la presión sobre los márgenes de ganancia de importadores. Los precios asiáticos del GNL, que alcanzaron los 13 dólares por mmBtu el 4 de abril, siguen por encima del umbral considerado viable por compradores de segundo nivel, quienes buscan precios entre 8 y 9 dólares por mmBtu.
Impacto económico y reconfiguración del comercio energético
El rechazo a los cargamentos de GNL estadounidense se explica en parte por la diferencia entre precios de mercado y los costos totales derivados de los aranceles. Un trader chino señaló a Reuters que precios por encima de 10 dólares por mmBtu se consideran riesgosos y pueden generar pérdidas, lo que hace preferible la reventa en lugar del uso doméstico.
El cambio en la política de importación de GNL por parte de China también refleja una reorientación estratégica hacia proveedores alternativos como Rusia, que ha aumentado su participación en el mercado energético chino. Esta decisión responde tanto a factores económicos como a consideraciones geopolíticas.
Por su parte, Estados Unidos ve reducida su proyección de crecimiento en exportaciones hacia Asia, a pesar de su objetivo de duplicar su capacidad exportadora de GNL a 200 millones de toneladas por año para 2028, según LSEG. La ausencia de acuerdos con China debilita esta meta.
Finalmente, el monitoreo de tráfico marítimo confirma que no hay cargamentos de GNL estadounidenses con destino a China, según datos de Kpler. Esta ausencia subraya el impacto de las tarifas como barrera comercial efectiva y marca un giro importante en los flujos globales de energía.