Decenas de miles de israelíes están ansiosos por viajar al extranjero, la industria del turismo está desesperada por obtener ingresos, pero la oposición del Ministerio de Salud al proyecto de pruebas de coronavirus en los aeropuertos mantiene los cielos de Israel cerrados.
Muchos países del mundo occidental han abierto sus fronteras al tiempo que han creado un sistema de pruebas eficaz en sus aeropuertos. Sin embargo, Israel se está quedando atrás debido a la oposición del Ministerio de Salud.
Hace unos dos meses, dos altos funcionarios del Ministerio de Salud, el profesor Siegal Sadetzki y el profesor Itamar Grotto, llegaron al aeropuerto Ben Gurion para examinar la conducta de la principal puerta de entrada internacional al Estado de Israel. Los dos examinaron la posibilidad de establecer un laboratorio de pruebas en el aeropuerto, pero el Ministerio rechazó la posibilidad por dos razones: la escasez de pruebas en todo el país en ese momento y el temor de que las pruebas fueran realizadas por trabajadores de laboratorios privados, lo que elevaba considerablemente el costo.
Mientras tanto, Islandia, Dubai y otros países avanzados han adoptado un modelo de pruebas en dos etapas que permite que los aeropuertos abran bajo ciertas restricciones.
¿Cómo funciona el modelo? Un pasajero es sometido a pruebas de detección del coronavirus en el país de origen 72 horas antes de la salida. Si la prueba resulta negativa, se permite al pasajero volar y se vuelve a comprobar al aterrizar en el país de destino. El pasajero es enviado a un hotel para esperar varias horas hasta que reciba los resultados de la prueba en su teléfono celular. Si la prueba vuelve a ser negativa, entonces se le permitirá recorrer el país.
El presidente de Yamina, Naftali Bennett, criticó fuertemente la negativa del Ministerio de Salud a permitir la reapertura del aeropuerto Ben Gurion. “El cierre de los cielos de Israel causa un terrible problema de subsistencia que afecta a cientos de miles de israelíes en algunos círculos muy amplios. Israel es una isla, no tiene conexión terrestre con ningún país del mundo, por lo que dependemos de los vuelos. No podemos permitirnos cerrar los aeropuertos por tanto tiempo”.
Bennett dijo que en las últimas semanas ha consultado con expertos en Israel y en todo el mundo y ha formulado con ellos un esquema para el restablecimiento de los vuelos hacia y desde Israel. Según el esquema, los pasajeros harán dos pruebas, una, 72 horas antes de su vuelo y otra en el aeropuerto. Si ambas pruebas resultan negativas, se les permitirá volar.
Según datos del Ministerio de Salud, en las últimas dos semanas, 13.000 pasajeros, todos inmigrantes o ciudadanos israelíes, entraron en Israel, y solo cuatro de ellos eran pacientes con coronavirus.