Un reciente avance tecnológico en Corea ofrece la posibilidad de producción en masa del revolucionario compuesto MXeno, generando agitación en el sector energético y de semiconductores.
Avance en el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología
El jueves pasado, el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KIST) reveló un desarrollo que permitirá la producción a gran escala de “MXeno”, un compuesto inorgánico con elevada conductividad eléctrica y la capacidad de fusionarse con múltiples compuestos metálicos.
Esta característica lo hace esencial para una variedad de industrias, incluidos semiconductores, dispositivos electrónicos y sensores.
Antes de este avance, la producción en masa de MXeno era un desafío, pero según KIST, el nuevo método podría ser la solución a este obstáculo.
Aplicaciones y propiedades del “MXeno”
Publicado en la revista Nanoscale, el estudio destaca que el MXeno tiene aplicaciones variadas dependiendo del valor del factor de dispersión Hall.
Si el valor es menor que 1, MXeno puede implementarse en transistores de alto rendimiento, dispositivos generadores de alta frecuencia, sensores eficientes y fotodetectores. Sin embargo, si supera 1, se utiliza para materiales termoeléctricos y sensores magnéticos. Además, debido a su minúsculo tamaño, inferiores a pocos nanómetros, permite reducir drásticamente el tamaño del dispositivo y la energía necesaria.
El estudio también diferencia este avance de investigaciones anteriores, al resaltar que el nuevo método de análisis molecular superficial facilita la clasificación del MXeno producido, esperando así generar una producción uniforme.
Impacto económico del descubrimiento
La revelación del KIST tuvo un impacto directo en el mercado, según datos de Bloomberg.
Las empresas relacionadas con el MXeno experimentaron un alza considerable en sus valores. Hankook & Co. observó un aumento del 25 %, aunque posteriormente retrocedió en sus ganancias. Por su parte, Kyungdong Invest, Kornic Automation, Naintech y Huvis incrementaron hasta un límite diario del 30 %.
Este fervor comercial recuerda al entusiasmo generado por la investigación LK-99 a principios de agosto, que prometía transformaciones significativas en el sector.