El Consejo Nacional de Planificación y Construcción solicita al ministro del Interior que desestime la propuesta de la refinería Bazán, ubicada en Haifa, para edificar una central eléctrica sin autorización de construcción. La entidad recomienda evaluar alternativas y sus impactos ambientales junto con la Municipalidad de Haifa y la Asociación de Ciudades de la Bahía de Haifa para la Protección del Medio Ambiente. La decisión busca priorizar la sostenibilidad en la región.
Un ataque con misiles iraníes, ocurrido el mes pasado, dañó severamente la central eléctrica actual de Bazán, afectando tuberías y líneas de transmisión. La agresión dejó en evidencia la vulnerabilidad de las instalaciones. Dos misiles impactaron el complejo, y uno de ellos desató un incendio que causó la muerte de tres trabajadores. Este incidente aumentó los temores de la población sobre los riesgos de mantener operativa la refinería.
El Ministerio del Interior, dos días antes de la reunión del Consejo, divulgó un borrador de orden en su portal web. El documento sugería eximir a Bazán de obtener un permiso de construcción para la nueva central. La propuesta generó una respuesta inmediata de la Municipalidad de Haifa, la Asociación de Ciudades de la Bahía de Haifa y grupos ecologistas, quienes expresaron su rechazo al plan por sus posibles consecuencias ambientales.
Durante años, residentes y activistas han exigido el cierre del complejo de Bazán debido a la contaminación que genera en Haifa. La zona registra altos índices de cáncer y asma, atribuidos a las emisiones de la refinería. La guerra de 12 días con Irán, que incluyó el ataque al complejo, reforzó los argumentos para clausurar las instalaciones y optar por importar los destilados que produce.
En 2022, el gabinete aprobó el cierre de las refinerías y el complejo de almacenamiento de petróleo para 2030. La medida incluye importar los materiales producidos y transformar la Bahía de Haifa en un centro residencial y tecnológico ecológico. La Dirección para el Desarrollo de la Bahía de Haifa, creada en la Oficina del primer ministro, lidera este proyecto de reconversión de la zona industrial.
El Consejo autoriza la reconstrucción de calderas, tuberías y sistemas de comunicación sin permisos de construcción, pero exige que Bazán presente solicitudes de permisos de contaminación al Ministerio de Protección Ambiental y a la Asociación de Ciudades de la Bahía de Haifa. Estas condiciones buscan garantizar que las obras cumplan con las normativas ambientales antes de iniciar cualquier trabajo en el complejo.