La grave crisis energética en Kirguistán ha llevado al gobierno a firmar un acuerdo con un consorcio de empresas chinas para la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas en el río Naryn. Este acuerdo se produce en medio de una emergencia energética de tres años declarada por las autoridades locales.
China se asocia con Kirguistán para ampliar la infraestructura hidroeléctrica
El acuerdo, que representa una de las inversiones más grandes en la historia de Kirguistán, implicará la construcción de varias centrales hidroeléctricas en la provincia de Jalalabad, formando una cascada de centrales sucesivas a lo largo del río Naryn. La iniciativa, conocida como el proyecto Kazarman, costará entre 2.400 y 3.000 millones de dólares.
El consorcio chino, conformado por PowerChina Northwest Engineering Corporation, Green Gold Energy y China Railway 20 Bureau Group Corporation, traerá consigo la experiencia necesaria en infraestructuras de gran escala para implementar este ambicioso proyecto.
Estas empresas han estado desarrollando proyectos de energía limpia y generación de electricidad en Asia Central, y su compromiso con el proyecto Kazarman marca una escalada en su presencia en la región.
Avanzando hacia la seguridad energética en Kirguistán
El proyecto Kazarman, junto con el compromiso de China Railway 20 Bureau Group de invertir en un proyecto de energía solar en Issyk-Kul, representará una adición significativa a la generación de electricidad de Kirguistán. Una vez completados, estos proyectos podrían generar hasta el 17 % de la producción total de electricidad del país.
Los proyectos también son un paso adelante hacia la seguridad energética para Kirguistán, que ha sufrido una escasez crítica de electricidad en todo el país. Las autoridades esperan que estos proyectos no solo compensen el déficit actual de producción de electricidad, sino que también permitan al país exportar energía, generando una fuente de ingresos considerable.
El exministro de Energía, Doskul Bekmurzaev, ha señalado que la estrategia a largo plazo de Kirguistán es aumentar su capacidad de generación de energía para obtener un excedente que pueda venderse en el mercado chino.
Interrogantes sobre la viabilidad del proyecto
A pesar de la promesa del proyecto, algunos expertos han expresado su preocupación sobre la viabilidad del acuerdo. Myrzatai Sultanaliev, investigador principal del Centro de Investigación y Desarrollo de la Energía de Kirguizistán, ha señalado que las condiciones bajo las cuales se alcanzó el acuerdo no están claras.
Además, el proyecto hidroeléctrico podría acentuar las tensiones en la política hídrica de Asia Central, en un contexto de escasez creciente de agua y electricidad. Esto podría llevar a Kirguistán a limitar el flujo a sus vecinos aguas abajo, lo que probablemente desencadenaría enfrentamientos políticos.
En el último año, Kirguistán ha enfrentado un creciente déficit energético, con una producción de electricidad que no ha podido mantenerse al ritmo del consumo. La ejecución exitosa del proyecto Kazarman podría ser un paso crucial para abordar este desafío.
Proyecciones futuras de energía en Kirguistán
Se prevé que la demanda de electricidad en Kirguistán alcance los 17.000 millones de kWh en 2023. Si bien la producción de electricidad ha sido insuficiente para cubrir esta demanda, los nuevos proyectos de energía hidroeléctrica y solar podrían ayudar a cerrar esta brecha.