Constructoras extranjeras construyen 30% de viviendas en Israel desde 2018, enfrentando críticas de la industria local.
El llamamiento del Ministerio de Construcción y Vivienda a empresas extranjeras
El Ministerio de Construcción y Vivienda de Israel ha solicitado a las empresas constructoras extranjeras que lleven a cabo proyectos residenciales en el país. La intención es aumentar el número de empresas operativas en Israel, importando equipos de trabajo completos, desde empleados junior hasta senior, para ejecutar los proyectos con sus propios recursos humanos.
Este esfuerzo es diferente de los anteriores intentos de incorporar trabajadores extranjeros, los cuales no tuvieron éxito. En esta ocasión, el objetivo es atraer equipos completos, mientras que en el pasado los trabajadores llegaban de manera individual a las obras de las empresas israelíes.
La convocatoria ha generado descontento entre los constructores locales. Raul Srugo, presidente de la Asociación de Constructores de Israel, criticó duramente la medida en la conferencia anual de bienes raíces de Magdilim, sugiriendo que podría destruir la industria local.
Empresas extranjeras ya activas en Israel y su impacto
Actualmente, operan en Israel 11 empresas constructoras extranjeras, principalmente de China y Turquía, como Yilmazler International. Estas compañías han realizado proyectos significativos, incluyendo la torre de control del aeropuerto Ben Gurion y la torre Sarona Azrieli.
Desde 2017 hasta el primer trimestre de 2024, estas empresas han completado 274 proyectos residenciales, entregando 96.509 apartamentos, con un promedio anual de 17.500 unidades. Actualmente, hay 180 proyectos en curso que suman 33.120 apartamentos adicionales.
Según la Oficina Central de Estadística, se han construido 327.020 viviendas en Israel desde 2018, con las empresas extranjeras responsables de aproximadamente el 29,5% de ellas.
Preocupaciones y perspectivas de los constructores locales
Gil Kata, propietario del Grupo Kata, expresó su preocupación por el impacto negativo en las empresas israelíes, afirmando que la llegada de equipos completos del extranjero podría dejar sin empleo a sus trabajadores más experimentados.
El gobierno ha tratado de traer trabajadores extranjeros para reemplazar a los palestinos que no pueden ingresar a Israel. Sin embargo, muchas empresas locales han buscado agilizar el proceso de obtención de permisos para traer sus propios trabajadores.
Kata enfatizó la volatilidad del sector, señalando que la falta de trabajadores ha obligado a los contratistas a cambiar de estrategia varias veces durante el conflicto en curso.
La visión del Ministerio de Construcción y Vivienda
El Ministerio ha lanzado una nueva convocatoria para incluir hasta 10 nuevas empresas extranjeras en su base de datos, con permiso para operar durante cinco años. Los requisitos incluyen ingresos anuales mínimos de 100 millones de dólares y la finalización de al menos diez proyectos en los últimos seis años.
El abogado Zvi Ken-Tor, experto en trabajadores inmigrantes, destacó que la convocatoria inicial estaba limitada al sector residencial, pero sugirió que las empresas extranjeras deberían poder operar en todas las áreas del sector inmobiliario.
Según Ken-Tor, los trabajadores de estas empresas suelen ser experimentados y eficientes, lo que podría beneficiar la industria, siempre y cuando no se limiten a traer trabajadores de bajo nivel, como ha sucedido anteriormente.
Respuesta del director general del Ministerio de Construcción y Vivienda
Yehuda Morgenstern, director general del Ministerio de Construcción y Vivienda, rechazó las críticas de los contratistas, señalando la necesidad urgente de mano de obra debido a la escasez provocada por el conflicto en curso.
Morgenstern subrayó la importancia de encontrar soluciones rápidas para traer trabajadores extranjeros, destacando que las empresas que pueden movilizar grandes equipos de una sola vez son esenciales para mantener la industria en funcionamiento.
Actualmente, se están construyendo aproximadamente 173.000 viviendas en Israel, y el Ministerio estima que se necesitan al menos 25.000 trabajadores extranjeros adicionales para satisfacer la demanda.