El puerto de Eilat se enfrenta a una grave crisis laboral, con la mitad de sus trabajadores en riesgo de perder su empleo, tras el importante impacto financiero causado por la crisis en las rutas marítimas del mar Rojo. La principal federación sindical de Israel, Histadrut, informó de que, debido a esta situación, el puerto ha anunciado planes para despedir a la mitad de sus 120 empleados.
Eilat, situado en el extremo norte del mar Rojo, fue uno de los primeros puertos afectados por la decisión de las navieras de desviar sus buques para evitar los ataques hutíes en Yemen. Histadrut, que representa a cientos de miles de trabajadores del sector público, ha anunciado que los trabajadores portuarios organizarán una protesta durante todo el día de hoy en respuesta a los inminentes despidos.
De momento, los responsables portuarios no han hecho comentarios sobre la situación. Eilat, cuya actividad se centra principalmente en la importación de automóviles y la exportación de potasa del Mar Muerto, no mueve tanto comercio como los puertos mediterráneos israelíes de Haifa y Ashdod. Sin embargo, su ubicación junto a Aqaba, único acceso costero de Jordania, ofrece a Israel una valiosa puerta de entrada a Oriente sin necesidad de navegar por el canal de Suez.
La crisis se agravó tras los ataques iniciados por los hutíes respaldados por Irán contra buques en el mar Rojo, lo que provocó un descenso del 85% de la actividad en el puerto, según declaró a Reuters en diciembre el director general del puerto de Eilat. Este descenso representa no solo un reto económico para el puerto, sino también una amenaza para la estabilidad laboral de sus empleados.