Dubái inauguró el jueves la Expo 2020 en una extravagante ceremonia que bañó de luz la emblemática cúpula central del recinto, un faro simbólico para las esperanzas de la ciudad-estado de que la feria mundial atraiga a los turistas a pesar de la pandemia de coronavirus.
Retrasada un año por el virus, la Expo 2020 cuenta con la participación de más de 190 países en el evento que durará seis meses. La extravagancia futurista, con pabellones individuales, parece una ciudad entera, construida en lo que antes eran dunas de arena onduladas en los límites del sur de Dubái.
La ceremonia del jueves por la noche, a la que asistieron el poderoso príncipe heredero de Abu Dhabi, el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, el gobernante de Dubái, el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, y otros muchos dignatarios, ofreció el equivalente a un mito de la creación de Dubai, con la actuación de cientos de cantantes, bailarines y acróbatas. La cúpula central de Al Wasl, hecha de acero y con un peso equivalente al de 25 ballenas azules, según los organizadores de la Expo, se convirtió en una pantalla de 360 grados que mostraba imágenes del desierto y de la naturaleza mientras el sonido se propagaba entre el público reunido.
El pabellón israelí, concebido como una carpa abierta, fue diseñado por AVS Creative Visual Solutions, con sede en Herzliya, para resultar atractivo a los asistentes.
Entre los asistentes se encontraban la ministra de Protección del Medio Ambiente, Tamar Zandberg, y el ministro de Turismo, Yoel Razvozov.
Líderes de la mayoría de los países participantes visitarán el pabellón, y el Ministerio de Asuntos Exteriores informó de que había suscitado un gran interés tras una visita preliminar de unos 30 corresponsales de alto nivel de la región del Golfo Pérsico y de las influencias de los medios sociales del mundo árabe.
El representante del pabellón de Israel, Menachem Gantz, declaró a Israel Hayom: “Nos estamos ganando una cooperación emocionante por parte del país anfitrión. El pabellón israelí es un signo de esperanza en la exposición, y los periodistas que vivieron la experiencia se sintieron conmovidos”.