Durante el período de abril a junio, la economía de Israel experimentó la desaceleración más notable entre los 38 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mientras la guerra en curso contra el terrorismo de Hamás sigue afectando significativamente al país.
Según un informe de la OCDE, Israel “experimentó la desaceleración más significativa”, con una reducción del crecimiento del 4,1 por ciento en el primer trimestre del año al 0,3 por ciento en el segundo trimestre.
El producto interno bruto (PIB) de los países miembros de la OCDE se mantuvo estable, expandiéndose un 0,5 por ciento en el segundo trimestre de 2024, una tasa similar a la registrada en el trimestre anterior, según las primeras estimaciones.
En contraste, la economía de Estados Unidos mostró una aceleración en su crecimiento, pasando del 0,4 por ciento en el primer trimestre al 0,7 por ciento en el segundo trimestre, según los datos disponibles.
En mayo, la OCDE revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía israelí, reduciéndolo al 1,9% desde el 3,3%, y proyecta un crecimiento del 4,6% para 2025.
Por su parte, el Banco de Israel también ajustó su pronóstico de crecimiento para 2024, situándolo en el 1,5%, mientras que el Ministerio de Finanzas estima un crecimiento del 1,9% para el presente año.