Tras años de boicot oficial por su parte, y una fuerte oposición a los Acuerdos de Abraham, Qatar ha llegado a un acuerdo comercial con Israel sobre diamantes. Aunque el acuerdo se refiere a un arreglo aparentemente técnico en un importante sector comercial, indica la existencia de vínculos directos entre los dos países y de contactos sobre asuntos de sus agendas. Según una fuente conocedora de estos contactos, Qatar no tendrá ningún problema en alcanzar más acuerdos económicos y comerciales con Israel, siempre que eso convenga a sus intereses, como ocurrió en el caso del acuerdo sobre los diamantes. Qatar, recuerda, acogerá la Copa del Mundo de fútbol el próximo año, en se ha comprometido a dejar venir a los juegos a cualquier turista que lo desee. Tiene que demostrar al mundo que cumplirá su compromiso, y el acuerdo sobre los diamantes con Israel indica el deseo de parecer abierto al mundo.
Globes ha sabido que los gobiernos de Israel y Qatar han llegado a un acuerdo comercial sobre diamantes que permitirá a Qatar entrar en la lista de países con derecho a comerciar con diamantes. Qatar se comprometió a permitir a los comerciantes de diamantes israelíes entrar en el país sin dificultad, e incluso a establecer oficinas de representación si así lo desean, a pesar de que no existen relaciones diplomáticas entre ambos países, y de que Qatar, la “niña mala” del Golfo, se opuso a los Acuerdos de Abraham con los EAU y Bahrein. El acuerdo fue firmado por altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de ambos países.
Qatar pretende crear una zona de libre comercio especializada en piedras preciosas y oro, y más adelante formar una bolsa de diamantes, siguiendo el modelo de Dubai. La medida aún requiere la aprobación final del pleno de los países miembros del Sistema de Certificación del Proceso de Kimberley, y la creación de una bolsa requerirá la aprobación de la Federación de Intercambio de Diamantes, pero tras la eliminación de la oposición israelí, el camino está abierto para Qatar.
El Dr. Ron Malak, director general del Ministerio de Economía e Industria, confirmó a Globes los detalles de la noticia. Dijo que tras un diálogo estrecho y continuado entre el ministerio y los comerciantes de diamantes israelíes y con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Israel recibió el compromiso de que los intereses de los comerciantes de diamantes israelíes no se verían perjudicados y que no serían discriminados frente a otros comerciantes de diamantes en el acceso al centro comercial que Qatar pretende establecer. Tras este compromiso, Israel no se opuso a que Qatar entrara en la organización. Según Malka, este hecho es indicativo del fortalecimiento de la posición económica y comercial de Israel. A la pregunta de si el acuerdo con Qatar anuncia otros acuerdos, respondió que Israel está preparado y abierto a cualquier iniciativa y planteamiento de cualquier país de la región, incluido Qatar.
En la Bolsa de Diamantes de Israel, en respuesta a las preguntas de Globes, las fuentes dijeron que acogían con satisfacción el logro, y que se trataba de un paso muy importante que abría nuevos mercados para los comerciantes de diamantes israelíes y para la industria del diamante israelí, que sigue contribuyendo al progreso de la economía y representando al país en todo el mundo.
La importancia económica directa del acuerdo no es elevada, al menos en los próximos años. Según altos cargos del sector en Israel y en la Bolsa de Diamantes de Dubai, los qataríes tardarán en establecer un comercio significativo y en afianzarse en un campo dominado por dos fuertes actores veteranos. Los estrechos y directos vínculos de Israel con la Bolsa de Diamantes de Dubai facilitan las conexiones con los comerciantes de países sin relaciones diplomáticas con Israel. No obstante, la importancia del acuerdo radica en que se trata de un primer acuerdo comercial tras la ruptura de los lazos entre ambos países tras la Operación Plomo Fundido y la firma de los Acuerdos de Abraham, y en que es una apertura a futuros acuerdos económico-comerciales.
No quedarse fuera
De las conversaciones con fuentes diplomáticas y comerciales que se ocupan del comercio con los Estados del Golfo, parece que la medida representa una combinación de necesidades e intereses y el deseo por parte de Qatar de no quedar fuera en el nuevo equilibrio diplomático en Oriente Medio tras los Acuerdos de Abraham. En el pasado, Qatar fue un pionero de la apertura a Occidente. Fue el primer Estado del Golfo en tener fuerzas estadounidenses en su territorio y abrió la cadena internacional de noticias en inglés y árabe Al Jazeera. También fue pionero en las relaciones con Israel. Durante el periodo de los acuerdos de Oslo, el difunto Shimon Peres, entonces ministro de Asuntos Exteriores de Israel, se reunió varias veces con dirigentes qataríes, y en 1996 se abrieron oficinas de representación en Tel Aviv y Doha.
Los lazos oficiales se rompieron en 2009 con la Operación Plomo Fundido en la Franja de Gaza. En los últimos años, en sus intentos por volver a una posición de influencia, Qatar ha financiado varios proyectos en la Franja de Gaza, y en 2017 el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, llegó a decir que las relaciones entre Qatar e Israel eran buenas. En los últimos dos años, Qatar ha financiado el combustible de la central eléctrica de la Franja de Gaza y ha proporcionado dinero a 10.000 familias necesitadas de allí cada mes. En el curso de los contactos sobre estos asuntos, el antiguo jefe del Mossad, Yossi Cohen, visitó Doha. Pero tras la firma de los Acuerdos de Abraham con los EAU y Bahrein, Qatar anunció que no se uniría a ellos hasta que no hubiera una solución al conflicto con los palestinos.
El acuerdo del que se informa ahora podría ser una señal de cierto deshielo por parte de Doha, y de la posibilidad de acuerdos económicos y de otro tipo, aunque no de una plena normalización de las relaciones. Fuentes informadas dicen que Qatar ha visto el éxito económico y comercial de los Acuerdos de Abraham y su gran potencial, y busca una forma elegante de unirse al proceso, aunque sea parcialmente. Otro punto a tener en cuenta es que uno de los puestos de mando de la dirección de Hamás está en Qatar, generosamente acogido por el gobierno.
Para Israel, este descongelamiento de las relaciones podría dar muchos frutos, ciertamente en el plano económico y comercial, pero quizás también en el diplomático, al distanciar a Qatar de los países y organizaciones hostiles a Israel y acercarlo a la alianza sunita moderada del Golfo.