El Al cerró 2024 con un beneficio neto histórico de 545 millones de dólares, casi cinco veces más que el año anterior. La aerolínea israelí se benefició de la suspensión de rutas por parte de aerolíneas extranjeras debido a la guerra contra Irán y sus aliados en Gaza, Líbano y Yemen, según datos publicados el miércoles.
En 2023, la compañía había registrado su mayor ganancia hasta entonces, 116 millones de dólares, impulsada por el colapso de la competencia tras el ataque de Hamás del 7 de octubre y el inicio de la guerra en Gaza. En el último trimestre de 2024, El Al obtuvo 130 millones de dólares en ganancias netas, superando ampliamente los 40 millones del mismo período en 2023.
Los ingresos de la aerolínea en 2024 alcanzaron los 3.400 millones de dólares, un aumento del 37 % respecto a los 2.500 millones de 2023, su récord anterior. Esta bonanza financiera permitió reducir su deuda neta de 1.600 millones de dólares a finales de 2023 a solo 75 millones un año después.
El dominio casi absoluto de El Al en las rutas a América del Norte fue clave para sus resultados. La compañía controló el 97,5 % de este mercado y sus vuelos operaron con un 96 % de ocupación en promedio. Sin embargo, este monopolio podría verse amenazado en 2025 con la entrada de las aerolíneas israelíes Israir y Arkia en el mercado transatlántico, además del regreso de aerolíneas extranjeras.
Frente a críticas sobre un alza abusiva en las tarifas, la directora ejecutiva de El Al, Dina Ben Tal Ganancia, defendió que los precios de los boletos solo subieron un 14 % en promedio por pasajero en 2024. “Enfrentamos desafíos nacionales y empresariales complejos, pero demostramos nuestra capacidad para superarlos con éxito”, afirmó. Subrayó además que, pese a las dificultades, la aerolínea mantuvo la conexión aérea de Israel con el mundo.
Desde el 7 de octubre de 2023, el costo de los boletos aéreos hacia y desde Israel se ha más que duplicado en algunos momentos. Ese día, miles de terroristas de Hamás irrumpieron en el sur de Israel, asesinaron a unas 1.200 personas y tomaron 251 rehenes, desencadenando la guerra en Gaza. Un día después, Hezbolá comenzó a atacar el norte de Israel, con agresiones casi diarias que se extendieron hasta zonas cercanas al aeropuerto Ben Gurion, provocando nuevas cancelaciones de vuelos mientras Israel intensificaba sus operaciones en Líbano.
Los hutíes en Yemen y milicias proiraníes en Irak también lanzaron ataques contra Israel, a lo que se sumó el primer ataque directo de Irán en abril, que llevó a algunas aerolíneas extranjeras a suspender sus planes de reanudar vuelos. Un segundo ataque iraní en octubre generó nuevas cancelaciones.
Sin embargo, la distensión regional y los acuerdos de alto el fuego con Hezbolá y Hamás han permitido el regreso paulatino de aerolíneas internacionales al aeropuerto Ben Gurion. Entre las estadounidenses, United Airlines reiniciará vuelos a Israel el 15 de marzo, mientras que Delta Air Lines retomará su ruta Tel Aviv-Nueva York el 1 de abril. American Airlines aún no ha confirmado la reactivación de sus operaciones en el país.