El principal exportador de crudo, Arabia Saudita, anunció el domingo una “reducción temporal” de la producción de petróleo en una instalación gestionada por el gigante energético Aramco, después de que los terroristas Hutí de Yemen lanzaran múltiples ataques transfronterizos.
Un asalto con drones a la refinería YASREF, en la ciudad industrial de Yanbu, en el Mar Rojo, ha “provocado una reducción temporal de la producción de la refinería, que se compensará con el inventario”, dijo el Ministerio de Energía en un comunicado. No hubo víctimas, añadió.
El comunicado citó a un funcionario del ministerio diciendo que dos ataques con drones alrededor de las 5:30 a.m. hora local fueron lanzados contra la planta de gas de Yanbu y otro contra YASREF, que produce 400.000 barriles por día, según su sitio web.
El funcionario condenó los ataques, diciendo que siguieron a un “asalto con drones” el sábado contra una terminal de distribución de productos petroleros en Jizan, en el sur del país.
Los Hutís, respaldados por Irán y contra los que Arabia Saudita lidera una coalición militar en Yemen, han atacado en repetidas ocasiones el reino, incluyendo las instalaciones de Aramco.
Los insurgentes dijeron el domingo que lanzaron ataques transfronterizos con drones y misiles contra el reino, apuntando a una serie de establecimientos “vitales e importantes” – incluyendo las instalaciones de Aramco.
La coalición, por su parte, dijo que interceptó y destruyó misiles balísticos lanzados hacia Jizan, así como nueve drones armados que apuntaban a otras zonas del reino.
“Las primeras investigaciones indican que la milicia utilizó misiles de crucero iraníes que apuntaron a la planta desalinizadora de Al-Shaqeeq y a la planta de graneles de Aramco en Jizan”, dijo en un comunicado, añadiendo que otros objetivos incluían una central eléctrica de Dhahran Al-Janoub, una estación de gas en Khamis Mushait y una planta de gas de Aramco en Yanbu.
Dijo que los “ataques hostiles” y los restos dispersos tras la interceptación causaron “algunos daños materiales”, sin especificar qué lugares resultaron dañados.
En 2019, los asaltos aéreos a dos instalaciones de Aramco en la región oriental dejaron sin efecto temporalmente la mitad de la producción de crudo del reino, lo que puso de manifiesto la vulnerabilidad de sus infraestructuras.
La última ronda de ataques se produce después de que el 10 de marzo una refinería de petróleo en la capital saudí, Riad, fuera blanco de un dron, una operación reivindicada por los hutís.
Los Hutís rechazaron hace días una invitación del Consejo de Cooperación del Golfo, formado por seis países, para asistir a las conversaciones sobre el conflicto de Yemen, que se celebrarían en Riad entre el 29 de marzo y el 7 de abril.
La guerra de Yemen ha costado cientos de miles de vidas, directa o indirectamente, y ha desplazado a millones de personas, en lo que Naciones Unidas ha calificado como la peor crisis humanitaria del mundo.
Los mercados mundiales del petróleo están sumidos en la confusión por el impacto de la invasión rusa de Ucrania y el efecto que tendrá en el suministro de energía.